𝐑𝐢𝐝𝐞 𝐦𝐞 (+18)

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Advertencia:-Escenas narradas de forma explícita

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Advertencia:
-Escenas narradas de forma explícita.
-Sólo una: Rayita dominante(casi, Sukuna termina siendo lo que es en anteriores capítulos xd.

×××

-Joder, no te detengas.

Gruñó Sukuna echando su cabeza hacia atrás, permitiendo que su pesada respiración y bajos gruñidos movieran su nuez de adán.

Mis manos sostenían las suyas a cada lado de su cabeza, fuertemente, contra la pared en la que estaba apoyado.

-¿Te gusta como te monto, amor?

Cuestioné moviéndome lentamente de arriba a abajo, insertando su falo a mi ritmo.

Lentamente.

Escupí en sus labios, brindándole un sentón más que fuerte, haciéndolo gemir roncamente y maldecir.

-Responde.- exigí.

Pasó su lengua por sus labios, degustando mi saliva y me miró fijamente por unos segundos, para fruncir su ceño levemente y murmurar blasfemias al recibir otro salto mío, igual de fuerte que el anterior.

Una de mis manos dejó su muñeca y se aferró fuertemente a su cuello, sacándole una sonrisa.

-Responde, Sukuna.- insistí con una sonrisa más que satisfecha al sentir como tensaba su mandíbula e intentando no correrse ante mis exquisitos movimientos.- ¿Te gusta cómo te follo?

-Mierda, si.

Asintió sonriendo, para atrapar su labio interior entre sus dientes.

Acerqué mi rostro al suyo, rozando nuestros labios y escupí sonoramente, de nuevo, sobre su boca para pasar mi lengua de forma lenta sobre sus labios, arrancándole otro gemido grave.

Me miró fijamente y luego de soltar una burlona sonrisa pronunció con su ronca voz sobre mis húmedos labios.

-¿Qué estás soñando pequeña depravada?

Mi ceño se frunció levemente, algo confundida.

-¿Qué?

-¿Tanto amas mi polla que hasta sueñas con ella?

-Sukun-

Me interrumpió.

-Si quíeres follar sólo pídemelo, aunque eres jodidamente insaciable ahora que me lo planteo.- su risa invadió mis oídos-
Hace menos de 3 horas te hice correrte fácilmente cuatro veces y ya estas frotándote contra la almohada como perra en celo.

De un momento a otro abrí mis ojos abruptamente, sentándome algo confundida en la cama.

Mi mirada chocó con la de mi novio en la puerta del baño, cepillándose los dientes.

-Sukuna.- pronuncié algo agitada y sintiendo la humedad entre mis piernas.

Me brindó media sonrisa y se metió de nuevo al baño para enguajar su boca.

devoción (18+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora