¿Siempre fuiste tú? 💚 [en proceso] |Draco Malfoy|

20. Un trance

Pasaron semanas con normalidad, me enteré de que Oliver salió de enfermería, pero no lo había visto por los pasillos. Mi único objetivo era centrarme en mis tareas, eso y ya. Sacar excelente notas, más nada—sueno como a Granger—.

Desde ese día mi hermano han evitado los enfrentamientos directos e indirectos, pero un día todo explotó.

—¡Pensaba que Malfoy había dejado los problemas, después de ese día que iba a cambiar, pero sigue siendo el mismo cretino de siempre!—Me gritó Harry.

—Ok, Harry. Primero, no me grites, segundo ¿Que pasó? ¿Por qué estás así?

Respiró hondo para no volverme a gritar.

—Tu tonto amigo Malfoy le dijo a su estúpido padre lo de Buckbeak y ahora están en plena investigación, es probable que pierdan el caso Buckbeak y Hagrid, puede que Hagrid pierda su empleo o peor. —explicó con calma.

—Pero... Él nunca me contó que lo haría.

—Pues deberías hablar con él, por favor, Melissa.

Lo pensé unos segundos.

—Hablaré con él. Me tengo que ir, enano. —dije con el ceño fruncido.

—Ese apodo ya no te sirve, soy más alto que tú, enana.

—Si si, cállate, 4 ojos. —puse los ojos en blanco.

Me paré del banco en el que estaba sentada y entré al castillo. No sabía donde estaba Draco ¿A donde se metía ese rubio oxigenado cuando lo buscaba?

Bajé a las mazmorras y tampoco estaba, pero ahí estaban Crabbe y Goyle.

—Hola, chicos. —me dedicaron una sacudida de mano—. ¿Han visto a Draco? Tengo que hablar él.

Ellos se tensaron y empezaron a negar. Fruncí el ceño.

—Deberías buscarlo en el patio. —propuso Crabbe, nervioso.

—Vengo de ahí.

—Oh...—Se quedó pensando.—En ese caso no tenemos ni la menor idea de donde está.

Seguía con el ceño fruncido, sentía que me mentían, pero no quería seguir insistiendo.

—Bueno... Lo seguiré buscando. Si lo ven diganle que tengo que hablar él. —les dediqué una sonrisa amistosa.

—Seguro, Melissa. Se lo diremos.

Me giré y caminé por los pasillos un rato hasta que vi a Draco por fin. Él estaba agitado y despeinado.

—Hola, tonto Malfoy. —me acerqué más a él y lo miré con el ceño fruncido.

—Ah. —empezó a peinarse con la mano.—Hola, tonta Potter.

—¿Por qué estás tan agitado y despeinado? —me acerqué aún más y le ayudé a peinarse.

—Estaba corriendo por un pasillo y bueno, me cansé.

Entrecerré los ojos.

—Bueno, tengo que hablar contigo, Draco.

—Si lo dices en ese tono me asusto, Melissa.

—Bueno... —empecé a jugar con mis manos.—¿Por qué no me dijiste que habías puesto cargos a buckbeak?

—Ah, el estúpido pollo, se me pasó, fue algo que quiso hacer más mi padre que yo.

—Pero siempre nos contamos las cosas, Draco.

—Lo sé, lo siento, pero es que era algo insignificante.