¿Siempre fuiste tú? 💚 [en proceso] |Draco Malfoy|

18. Algo torpe

Empezaba el año mal, me había quedado dormida para mi primera clase así que corrí por todos los pasillos hasta mi clase de Encantamientos y PLAS...
Choqué con alguien, tengo un súper poder.

—Lo-lo siento venía distraída, voy tarde. —dije como pude levantándome del suelo y limpiándome la falda.

—Tranquila. —dijo el chico. Levanté la cabeza y era Oliver, el capitán del equipo de Quidditch—. Oh, hola, Melissa.

—Hola Oliver, disculpa.

—No te preocupes. Fue un accidente yo también tenía que haber estado pendiente.

—Bueno. —silencio incómodo—. Tengo que irme, llego tarde a encantamientos.

—Entiendo. Oye, hablemos más, quiero conocerte más.

—Mmm... Claro, Wood. Cuando gustes, pero ahorita no, voy tarde. Chau.

—Hasta luego.

¿Por qué a Wood le interesaría conocerme más?

Digo, no soy muy interesante y la última vez que hablé con él me trató como si fuera súper irrelevante.

¿Y si me intenta usar por algo de mi hermano?

Tengo que dejar de pensar muchas veces las cosas.

Entre tantos pensamientos por fin llegué al salón de encantamientos. Por suerte el profesor me dejó pasar porque es el primer día y son muy poca las veces que me tardo en llegar a una clase. Me senté con Draco, era el único asiento libre.

El salón estaba muy callado así que Draco me pasó un pequeño pedazo de pergamino.

¿Por qué tardaste tanto?

Yo lo miré y le respondí.

Larga historia, te la cuento al salir.

Se lo pasé y luego él me lo respondió con algo más.

Vale.

Pd: Estás muy linda hoy ;)

Lo miré a los ojos y le sonreí.

...

Draco Malfoy

Luego de salir de esa clase eterna me acerqué a la oreja de Melissa.

—¿Y si nos saltamos las clases de hoy?—Pregunté en un susurro.

—Claro que acepto.

La tomé de la mano y salimos discretamente hacia el bosque prohibido, he entrado ahí unas cuantas veces, una parte me la conocía.

Llegamos a un pequeño lago que era hermoso. Mi madre me había hablado de ese sitio y que me dijo que debería llevar a Melissa ahí.

—Wow, Draco. Esto es..—Pensó la palabra con cuidado.—Fantástico.

—Si que lo es.

La miré de reojo, vi ese brillo en sus ojos verdes y esa sonrisa tan linda.

No me puede gustar una Potter.

Si el señor tenebroso regresa ella será el enemigo y la presa.

No, Draco, no.