Camine por los pasillos de la escuela, de la nada sentí un líquido caliente bajar por mi nariz, lleve mis manos a mi rostro, pensando que era mucosa, pero al contemplar mis dedos resulto ser mi propia sangre.
Corrí al baño más cercano y lave mi nariz, agarre un poco de papel y limpie mi rostro. Mire en el espejo mi reflejo y note una gran mancha de sangre en mi camisa.
— Lo que faltaba —me quite la camisa y trate de quitar la mancha en el lavabo, al terminar escurrí la camisa y me la volví a colocar.
Salí del baño y camine en dirección al salón, pero sin olvidarme de pasar por el club de costura, busque con la mirada a Takashi y pude notar su cabello lila. Ingrese al lugar y este me miro confundido.
— Taka-chan me prestas una camisa
— ¿Qué le paso a la tuya? —hablo algo disgustado
— Se manchó de sangre —este me miro preocupado— entonces ¿me vas a prestar?
— Ten —me extendió una camisa— es mía así que te puede quedar algo grande
— Gracias Taka-chan —ingrese al vestidor y cambie mi camisa, al colocármela esta me quedaba muy grande y tenía el olor de Takashi
— ¿Estas enferma? —Takashi hablo desde el otro lado de la puerta
— A-algo así —respondí apenada
— ¿Es grave? —me arme de valor y decidí contarle sobre mi enfermedad
— Tengo leucemia —ambos nos quedamos en silencio, mientras yo sentia mis lágrimas caer
— Hakkai lo sabe —hablo en un tono apagado
— Sí, pero no sabe que es Leucemia —abrí la puerta y me encontré con un Takashi muy preocupado
— Y-yo estoy bien —este me miro— el médico dijo que si continuo con mi tratamiento puedo vencer a mi enfermedad —sonreí ampliamente— deja de lado esa cara larga que no me he muerto
— No digas eso —me miro enojado
— Perdón —sonreí y salí del lugar
Al terminar la jornada ambos regresamos a casa, a mitad del camino me despedí de Takashi y camine en dirección a la casa de mi abuela.
A lo lejos observe el restaurante de comida abierto, camine en su dirección y me encontré la cara arrugada de mi abuela materna.
— Buenas —hable sin ánimo
— Pasa —una palabra fría salió de su boca, ella y mi madre eran iguales, frías a mi lado.
Esta me mostró mi habitación y yo me instale, no tenía nada pero aun así acomode la habitación a mi gusto.
— Mi querida nieta —escuche la voz de mi abuelo y salte a sus brazos muy contenta
— Abuelitooooo —mis lágrimas comenzaron a caer— te extrañe demasiado
— Mi hermosa y llorona nieta —levante mi cabeza y lo mire enojada
— Deja de jugar y ayúdame en el restaurante —mi abuela entro furiosa
— Alguien se levantó de muy mal humor —respondí
— Andando tienes que ayudar a tu abuela —hablo mi abuelito y yo salí al restaurante
Toda la tarde pase de mesera en el restaurante, conocí poco a poco a las personas del vecindario, la mayoría de ellos eran adolescentes pandilleros.
Mi abuela era muy amiga de esas personas, les daba una atención de calidad y a cambio ellos cuidaban el restaurante ya que, vivíamos en una zona roja del lugar.
— Ahora entiendo porque mi mamá era así —hable mientras vi a mi abuela venderles algo misterioso a unos chicos
— Si hablas estas muerta —se acercó amenazante
— Yo también te quiero abuela —sonreí sarcástica y cerré el restaurante— mañana tengo que ir al hospital
— Que te vaya bien —respondió enojada
— No la escuches, yo te voy acompañar
— Gracias abuelito, eres el mejor —le di un beso en su mejilla e ingrese a mi habitación, eran pasado las 12, termine mis tareas de la escuela y me acosté a dormir.
Al siguiente día me vestí y salí del lugar, en el camino me encontré con Takashi, este llevaba sus audífonos puestos y no noto mi presencia.
— ¡Buu! —este me miro asustando y yo solté una gran carcajada
— No lo vuelvas hacer —asentí mientras no paraba de reír— Qué tal tu nuevo hogar
— Un asco, nunca antes vi a tantas pandillas reunidas en un solo lugar
— ¿Pandillas?
— Aja, desde la Moebius hasta... —Takashi me interrumpió
— ¿Dijiste Moebius?
— Aja no escuchaste mal
— No quiero que te acerque a ellos —mire confundida a Takashi
— ¿Es algo con la Toman?
— Sí, y es mejor que no se enteren que tienes conexiones con la Toman
— Pero si no los conozco, solo a ti y Hakkai
— Eso es bueno
Durante el día Takashi guardo su distancia conmigo, estaba muy ocupado con el club de costura y no hablamos, ni regresamos a casa juntos.
En la salida observe a lo lejos a mi abuelito y corrí a sus brazos ambos caminamos en dirección al hospital, pero al llegar cambiaron mi cita al 3 de agosto.
— Que mala suerte tengo abuelito —este me compro un paleta de helado y caminamos a casa
— ¡Vamos abuela! Debes tener más de ese polvo —vimos como un grupo de chicos acorralo a mi abuela, sin pensarlo dos veces corrí en su dirección
— ¡Que creen qué hacen! —me pare enfrente de mi abuela— sinvergüenzas no deben molestar a una pobre anciana
— ¿Pobre? Jajaja de pobre no tiene nada —los mire confundida— ¿cómo te llamas hermosa?
— Me llamo QUE TE IMPORTA —agarre la mano de mi abuela y la metí a la casa
— Que testaruda, me gusta —le torcí los ojos y cerré la puerta
Mi abuela estaba metida en algo muy peligroso y no nos quería decir en que andaba. Ella hacía negocios con las pandillas que venían a comer. Gracias a eso ella podía mantener todos los gastos del hogar.
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Amor Unilateral [Mitsuya x Reader]
Fanfic"Hay amores que duran para siempre, aunque no estén juntos" La imagen utilizada para la portada le pertenece a: srm2_poipoi