Cap 1

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Había pasado exactamente una semana desde su llegada y ambos tórtolos parecían estar en su luna de miel, sin separarse por mucho tiempo a excepción de cuando alberto y massimo trabajaban y ese día no era la excepción, ahí, luca utilizaría las horas disponibles para pasar un rato de calidad con su familia antes de volver a la superficie y seguir con su luna de miel.

El joven nadaba a gran velocidad saludando a los vecinos a su pasó los cuales regresaban el saludo emocionados pues amaban el entusiasmo del joven.

-mamá!- gritó el joven emocionado apenas entró a su hogar

La mayor volteo rápidamente hacia su hijo y lo tomó entre sus brazos dejando lo que estaba haciendo de lado.

-luca!, volviste, creí que estarías más ocupado- expreso la señora revolviendo los cabellos de su hijo el cual carcajeó un poco

-Alberto está ayudando a su papá y giulia tiene una cita con alguien - expreso el menor encogiéndose de hombros y yendo a besar la mejilla de su abuela

-y tú y Alberto ya harán esto oficial?- pregunto la mayor colocando sus manos sobre su cadera tirando una mirada amenazadora al menos el cual trago saliva en seco

-pues somos pareja, no?, hay algo más que debamos oficiar?- respondió nervioso para luego tomar un bocadillo de la mesa

-cuando se casarán, quiero nietos luca paguro- expreso la mayor erizando las escamas de su hijo al escuchar esas palabras

-ma..mamá, no!!- gritó asustado- asi no funciona la vida, Alberto y yo somos hombres no podemos...tener hijos, ademas aún no tenemos donde vivir, tendríamos que planificar cosas, buscar lugares, en el mar?, en tierra firme?, tendríamos que pagar su escuela, son muchas cosas para pensar madre- expreso el menor agobiándose con el simple pensamiento de la responsabilidad de un menor

Que si bien en algún momento, en alguno de sus sueños, ese había sido algo que el deseaba sabía que sería imposible siendo ambos hombres. Luca suspiro frustrado y salió de aquella casa con dirección a la casa de los marcovaldo dejando atrás a ambas señoras las cuales se quedaron confundidas.

-creo que debiste decirle que mis padres eran dos hombres- expreso la señora mayor encogiéndose de hombros

-mamá creo que tienes razón, luca aprendió anatomía y reproducción de los monstruos de tierra pero no se nosotros- suspiro y miró hacia la puerta en la cual su hijo había huido, tal vez la próxima vez

Las horas siguientes transcurrieron normales, Alberto preparó una pasta pesto para todos la cual había tardado años perfeccionando a lo que era el ese momento, una exquisita delicia culinaria; después de la cena ambos jóvenes se despidieron para adentrarse en el mar, Alberto tomó la mano de luca dirigiéndolo a un lugar alejado de todo, del pueblo humano, del pueblo marino, lejos, en donde el océano comenzaba s expandirse y se oscurecía apenas la luz se iba, estuvieron nadando unos minutos simplemente para llegar a obscuro lugar que a duras penas era iluminado por la luz de la luna.

-luca, encontré este lugar hace algunos años y estuve esperando el momento indicado para mostrártelo- expreso Alberto hacia el menor mostrando aquel inmenso Mar azulado obscuro

Luca admitía que no era nada fuera de lo común pero amaba las intenciones de su pareja. Simplemente un parpadeo bastó y una posición más alta de la luna para mostrar como el mar comenzaba a iluminarse de hermosos colores celestes que brillaban a cada movimiento que daba, pequeñas luces resplandecientes del plantón y pequeños matices violeta que se colocaban debajo de el que lo hacían pensar que caminaba sobre la misma galaxia que había investigado en la escuela, los ojos de luca se iluminaron ante tal espectáculo y Alberto solo observaba como su novio se maravillaba con aquello.

Alberto tomó la mano de su amado y este sin dudarlo volteó hacia el pegando sus labios a los del opuesto en un beso, Alberto acepto gustoso el tacto del menor y colocó sus manos en la cintura de este tomándolo y sintiendo como sus cuerpos se acercaban poco a poco al igual que sus labios se abrían dejando a sus lenguas unirse a la escena, el mayor se separó un poco jadeante de este y miró directamente a los ojos.

-estás seguro de esto?- expreso Alberto jadeante acariciando el desnudó torso de su amado viendo como luca simplemente quedaba hipnotizado por sus ojos- lo hicimos hace poco, no quiero lastimarte ni que te sobre exijas o....- Alberto hablaba pero fue callado por los labios de luca los cuales se volvieron a posar sobre los suyos

-yo estoy bien Alberto- fue lo único que menciono luca entre aquel beso

El mayor sin perder tiempo comenzó a combatir contra su opuesto, en aquel hermoso paisaje que parecía el espacio aquellos dos formaban su propia galaxia al compás de su amor.

Pequeño Pescadito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora