Cap 5

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Luca había visto la casa por dentro por primera vez, al parecer Beto llevaba tiempo remodelándola, había muchas cosas que le sorprendían, principalmente por toda destacaban fotos colgadas en las paredes de ellos, de giulia con ellos, cada uno con sus familias, sus viajes, el color amarillo iluminaba la sala principal la cual tenía dos sofas de dos y una plaza, dos mecedoras junto a la ventana y en medio una pequeña chimenea cubierta con una reja. Dos habitaciones, la principal tenía una cama gigantesca subiera con una colcha café y el tapiz de las paredes verdes eran cubiertas por el sol que entraba por el ventanal que Alberto cerró rápidamente con una cortina café obscuro que oscurecía por completo la habitación a pesar de ser medio día.

-Alberto es maravillosa, porque no me habías dicho antes?- comentaba luca sorprendido recostándose sobre la gran cama en la cual dormiría al anochecer

-queria que fuera sorpresa, después de la boda y luna de miel- comentó Alberto con una sonrisa triste

Las piernas de luca salían de la cama dejando simplemente su torso y cabeza sobre el colchón, Alberto se arrodilló a su lado y colocó su cabeza sobre las piernas de este llamando la atención del menor el cual se reincorporó y comenzó a acariciar el cabello de su amado mientras ambos se veían fijamente.

-aun me quiero casar contigo luca- expreso Alberto viendo cómo los ojos de su amado se iluminaban ante sus palabras

-yo también me quiero casar contigo Alberto....pero sería mejor aguardar un poco, un bebé es mucha responsabilidad y economía- explicaba luca posando su mano sobre la mejilla de su amado mientras observaba aquellos ojos verdes que desde niños le habían llamado la atención- ojalá nuestro hijo tenga tus ojos- expreso lugar de la nada sacando un sonrojo de Alberto el cual se sorprendió y sonrió

-amaría que nuestro hijo se viera como tu, perfecto, que en realidad nuestro hijo será perfecto por el simple echo de venir de ti- expreso Alberto tocando con delicadeza el estómago de su amado

Alberto separó un poco las piernas de luca y metiéndose entre ellas abrazo el estómago de este frotando su rostros en todo el vientre y torso de su amado, era tan delgado que podía sentir sus costillas pero incluso de eso no dudaba ni un segundo que su hijo se quedaría ahí, aferrado, porque era su hijo. Luca por su parte sonrió de medio lado y comenzó a acariciar el cabello del moreno mientras sonreía de medio lado, se sentía extraño, es decir, nunca pensó en el esperando un bebé, una pequeña criatura que saldría de su estómago, pero en cambio de eso ya estaba pasando, algo dentro de él tomando forma con genes de Alberto y el, una pequeña criatura marina, un espécimen de tierra y agua, tal vez sería una princesa, con risos como los de Alberto, ojos verdes y piel bronceada, quizás un príncipe, un cabello corto con risos de oro y ojos verdes corriendo por el pueblo entre risas, pero lo que fuera sabía que a su lado estaría Alberto, tomando su mano, enseñando a aquella nueva criatura la vida.

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