CAPÍTULO UNO: "CONFUSIONES"

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Dicen que el amor te llega cuando menos te lo esperas y en circunstancias que tampoco prevés. Dicen incluso que te llega cuando no lo estás buscando, cuando no quieres buscarlo y en forma de la persona que menos te imaginas, o al menos eso fue lo que a mí me sucedió.

Llevábamos quince días de haber iniciado semestre. Eran las siete de la mañana y como siempre yo llegaba temprano a la universidad para estar a tiempo a mi clase de las ocho. Me gustaba llegar una hora antes para parar en el clóset (mi lugar secreto no tan secreto) y tocar mi guitarra un rato, que por cierto llevaba a un costado junto con mi mochila a todas partes.

El edificio de la facultad de artes estaba vacío, unos pocos estudiantes sí que andaban por ahí pero nada del otro mundo; yo era más bien de la facultad de ingeniería, aunque era bienvenida aquí.

Atravesaba el pasillo para llegar al salón abandonado donde permanecía, cuando escuché los acordes de una guitarra más la voz angelical de una chica a la que nunca había escuchado o siquiera visto, y me acerqué a comprobar al salón de dónde provenía la música. Pensé que era el fantasma del que todos hablaban en la universidad que cantaba en el edificio, puesto que como acabo de contarles, nadie estaba en la universidad a esas horas de la mañana y ella definitivamente no pertenecía a esta facultad.

Me asomé por la rendija de la ventana medio abierta pero mi torpeza me jugó una mala pasada como siempre. El ruido hizo que la chica se detuviera y me mirara con asombro, o más bien con miedo, no lo sé.

- Lo siento mucho –Me disculpo. Ella solo me miraba con los ojos muy abiertos-. Puedes continuar, lo hacías muy bien.

- Mejor me voy –empacó su guitarra-.

- ¿Qué? ¿Por qué?

- No me gusta tocar delante de la gente.

Entré por la ventana y me acerqué un poco a ella. Era una chica bastante linda. Su cabello era corto (como el mío) Y descansaba con tranquilidad sobre sus hombros; era más alta: Unos 1.63 o 65 y me veía con cierta extrañeza.

- ¿Por qué no te gusta? Lo haces muy bien.

- No lo creo.

Saqué mi guitarra de su estuche y me la puse.

- No me lo estás preguntando y tampoco me lo estás pidiendo, pero el día de hoy te voy a regalar dos cosas: La primera será una canción sólo para ti y la segunda una enseñanza.

No sabía de dónde sacaba tal valor para dirigirme hacia una chica que no conocía. Yo no era de hablar con nadie y menos con alguien que no sé por qué, sin conocerla, ya estaba removiendo sentimientos en mí que no sabía qué significaban, al menos no en ese momento.

La chica de cabello castaño se sentó en un pupitre cerca y prestó atención a las notas que salían de mi guitarra y la melodía que emitía mi voz:

🎶 🎵 Hay algunos de esos días

Días en los que de repente me siento completamente sola
Cuando siento que no pertenezco a ningún lugar
Y me cuelga la cabeza

Cada vez que vienen esos días, me dices
Lo preciada que soy
Todas esas palabras que dices
Todo está bien
De nadie a alguien

Me vuelvo muy especial 🎶 🎵

Hacía movimientos a la par de mis palabras. Ella solo me observaba con atención como queriendo descifrar mis intenciones, pero éstas no eran más que de entretenimiento personal (o eso quería creer) La piel se me puso chinita cuando vi que me sonrió y sentí como que todo cobró sentido en mi vida... A partir de ahí, de su sonrisa, todo tuvo un propósito...

🎶🎵 Haces que me sienta especial

No importa cómo el mundo me hunda

Incluso cuando las palabras hirientes me apuñalan

Sonrío otra vez porque tú estás ahí

Eso es lo que haces

Otra vez me siento especial
Un momento siento que no soy nada de nada
Como si nadie fuese a darse cuenta de si me voy
Pero luego, cuando te escucho llamarme

Me siento amada, me siento muy especial 🎶🎵

¿Qué le pasa a mi cuerpo? ¿Qué le pasa a mi corazón? ¿Qué hago aquí cantándole a una desconocida? Yo no cantaba ni tocaba para nadie. La única amiga que tenía era Sana y si ella me ha escuchado cantar dos veces en los años de amistad que llevamos ha sido mucho.

El último acorde me trajo de vuelta a la realidad y me di cuenta por un segundo del error tan grande que acababa de cometer; más cuando un par de estudiantes entraron como si nada al salón y ambas nos sentimos apenadas. Guardé mi guitarra, me la puse al hombro y salí de ahí corriendo ignorando a la chica que intentaba llamar mi atención.

A MI MEDIDA // MICHAENG // (MINA+CHAEYOUNG TWICE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora