A MI MEDIDA // MICHAENG // (MINA+CHAEYOUNG TWICE)

CAPÍTULO QUINCE: "UNA OCASIÓN ESPECIAL"

Se acercaba el cumpleaños de Mina y yo no tenía idea de qué regalarle. Llevaba días ahorrando el dinero que me daba mamá para almorzar y creo que alcanzaría para un regalo presentable.

¿Qué se le regala al amor de tu vida?

Por suerte mi cancionero había sobrevivido a mi furia, más o menos. Ahí tenía algunas ideas de regalos que le haría a mi amor cuando lo encontrara.

¡Sí, tengo una lista!

Yo ya me estaba preparando para su llegada antes de que siquiera ocurriera. Ese era mi secreto no tan secreto porque Sana sabía de la existencia de esa y muchas más listas que tenía: canciones para dedicar, escritos, regalos, promesas y hasta cartas desde hacía cuatro años en las que le contaba mi día a día (ellas tenían otro propósito).

Ubiqué algo al alcance de mi dinero y sobretodo de mi tiempo y los siguientes días no supe lo que era el sueño. Lo que sea con tal de verla feliz.

Jihyo me contactó esa semana en redes para invitarnos a mí y a Sana a la fiesta sorpresa que le harían en casa de un tal Suga donde ellos siempre organizaban fiestas. La idea era hacerle creer a Mina que irían a una discoteca pero en realidad todo el montaje estaría en esa casa. El verdadero día de su cumpleaños era el miércoles. Por cuestiones académicas ambas llegamos de noche a casa ese día. Por supuesto que nos vimos en el clóset y le canté el cumpleaños con Sana con un muffin y una velita.

- Un pequeño obsequio.

- ¡Ay Sana pero qué bonito!

Mi amiga me pidió hace días que la acompañara a comprarle un regalo a Mina y no fui de mucha ayuda. Ni siquiera sabía qué le iba a regalar yo. A juzgar por la expresión en el rostro de ella, supe que el collar con el dije de un pingüino le había encantado.

- Es perfecto, me encanta –la abrazó-.

- Bienvenida al clan dinamita, pingüino desbaratado.

Mina rio pero yo le di un zape bien fuerte.

- ¡Eres una irrespetuosa Sana!

- Déjala que ya se me ocurrirá un apodo bueno a mí para ponerle.

- El haberle puesto mi nombre a tu hámster es bullying más que suficiente.

- No te conocía ni siquiera ¿cómo va a ser culpa mía? Además, en mi defensa, fue mi hermano quien le dio ese nombre.

- Te creeré esta vez solo porque quiero conocer a mi tocaya roedora algún día.

- Eres bienvenida en casa cuando quieras.

Me aclaré la garganta interrumpiendo su conversación.

- ¿Y ese aclaramiento de garganta tan sospechoso?

- Me están excluyendo de la conversación.

- Estás celosa.

- ¡Cállate!

Le di otro zape más fuerte que el anterior.

- ¡Auch! Me sacudiste las ideas.

- Te lo mereces.

- Mi regalo aún no está listo así que te lo daré en cuanto pueda.

- No te preocupes, mi mejor regalo es pasar mi cumpleaños a tu lado.

- No es cierto, olvidó la fecha y no te ha comprado nada.

- ¡Sana!

- Te creería si no hubiera sido la primera persona en felicitarme a las 12am.