Mientras recogía mi maleta de la banda, la ansiedad se apoderó aún más de mí de lo que ya en todo el viaje y Somi no era un buen apoyo emocional. Se la pasó molestándome todo el viaje y grabando mis penosas reacciones a nuestra cercanía hacia Cadsmorie.
Eran aproximadamente las siete de la noche del jueves cuando entre la multitud, Mina salió corriendo y saltó sobre mí llorando y dándome un beso. El vacío de mi corazón se llenó de inmediato. Tanto, que hubo latidos de sobra durante todo el tiempo que pude sostenerla en mis brazos.
Por fin, después de un año estábamos juntas de nuevo.
- Si no me vas a dar uno de esos ni te molestes en saludarme.
- ¡Mon amour!
Y luego saltó sobre Somi para dejar lugar a Sana.
- Engendro, mira cuánto has crecido.
- O tú te estás encogiendo.
- Touché. Te extrañé
- Y yo a ti cabello de zanahoria.
- ¡Ya estuvo bueno de bullying, te me regresas!
Hice el amague de devolverme y en seguida Mina le dio un zape.
- Primero te vas tú en la bodega de uno de esos.
- Mina con M de Malvada.
- Sana con S de... cuando se me ocurra algo verás.
- Buen intento pingüino desbaratado –la despeinó-.
Mi mamá se abrió paso tímidamente entre esos tres y la abracé. El abrazo más reconfortante de todos. El que más necesitaba. El que más me llenó la existencia. No extrañas tu casa hasta que te vas de ella definitivamente; ni a tu mamá desde que tienes que comer lo que cocina alguien más o incluso tú.
- Mi tesoro.
- Mamá –lloré-. ¡No sabes cuánto te extrañé!
- Ya estás aquí por fin.
- Desearía que por más tiempo.
- Aun si tienes que volver en unos instantes amaré tenerte estos minutos.
Estar de vuelta en Cadsmorie, ver los edificios, las tiendas y restaurantes, los parques, me hizo no querer regresar más a Barcelona, aunque amaba esa ciudad. En casa nos esperaba una cena riquísima que se volvió un contadero de anécdotas hasta altas horas de la noche en mi cuarto.
- Yo debo irme ya, mañana tengo que ir a la universidad a los últimos preparativos. Recuerda que estás invitada a almorzar mañana en casa.
- No me lo perdería por nada del mundo.
Cada beso que nos dábamos era como beber agua después de estar días vagando por el desierto.
- Por mucho que me encantaría ver una escena de sexo lésbico desenfrenado tengo que detenerlas antes de que Amelia suba y te mande de regreso en el próximo vuelo.
- Secundo.
- Son un par de idiotas –les arrojé una almohada-.
Mina se fue y como en los viejos tiempos, las tres mosqueteras se juntaron para una partida del nuevo Run Through The Island que hasta que nos quedamos dormidos.
ESTÁS LEYENDO
A MI MEDIDA // MICHAENG // (MINA+CHAEYOUNG TWICE)
Storie d'amoreDel amor nunca supe mucho más de lo que leía en los libros y veía en las películas. Lo que veía en las telenovelas y las historias que me contaban mis amigos. Nunca supe mucho más porque nunca lo sentí por nadie más que por mí misma y por el arte de...
