Capítulo 6

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A la mañana siguiente el menor despertó de golpe algo sudado por la pesadilla, aunque al mirar a su lado dejo todo eso y con cuidado bajo de su cama.

Mikey: Raph? –suave lo mueve- Raph despierta

Raph: -gruñe bajo despertándose- Mikey –susurra-

Mikey: hola bro –sonríe y le ayuda a pararse-

Raph: -se para y lo abraza- lo lamento, anoche te puse en peligro –susurra-

Mikey: -sorprendido corresponde- estoy bien –suave le acaricia el caparazón-

Raph: no gracias a mi –se separa y suave toca la zona vendada- lo siento, fui un idiota

Mikey: -sonríe enternecido- supongo que sí, pero así te quiero –lo abraza feliz-

El mayor sonrió suave y correspondió, estaba agradecido de que su hermanito no estuviese molesto con él, aun así no podía permitirse cometer otro error como ese. Michelangelo por su parte, aunque estaba algo molesto por lo sucedido, debía admitir que estaba completamente complacido al saber que era importante para su hermano de rojo, ya que últimamente había sentido que solo le era una terrible carga.

Juntos fueron a la cocina y prepararon el desayuno, que consistía en huevos revuelto, tocino y jugo de naranja, mas unas tazas de té y café. Todo ese aroma llamo a los otros miembros de la familia, los cuales se sorprendieron al ver a los más bajos trabajando juntos y en total armonía. Splinter sonrió orgulloso de ambos y se sentó a la mesa después de saludarlos, sus otros dos hijos le imitaron y una vez que todos se sentaron desayunaron en una tranquila y hermosa charla.

Una vez que terminaron, fueron al dojo, mientras el menor se quedaba a lavar los trastos sucios, ya que ese día no se le había permitido entrenar, lo cual le gusto de cierta forma, aun así al terminar fue al do-jo y se quedó viendo a sus hermanos. Estaban en un combate de todos contra todos, por un momento vio como si Leonardo y Donatello unieran fuerza, pero al final solo estaban Raphael y Leonardo peleando, ya que el de purpura había perdido su arma y había sido derribado por el de azul.

Mikey estaba algo intrigado, ya que eso no había formado parte de sus sueños, por alguna razón eso le incomodaba. En un momento vio su herida y luego recordó, lo del golpe duro que supuestamente el de rojo le daría en un entrenamiento y una pequeña pregunta surgió en su mente. ¿Y si esta era la supuesta herida que debía tener?, significaba que en esos días o quizás hoy esa cosa de ojos rojas aparecería. Aquello lo lleno de temor que inconscientemente se aferró a su hermano de morado, el cual al verlo así de alterado le abrazo y con discreción llamo la atención de su padre.

Splinter al percatarse de lo que sucedía a sus espalda detuvo el entrenamiento y se agacho junto a su hijo, acariciándole la cabeza.

Yoshi: que sucede hijo mío? –pregunto preocupado-

Mikey: ya viene sensei –sin poder evitarlo se largó a llorar-

Aquellas palabras pusieron en alerta máxima a los mayores y con mucha paciencia calmaron al menor, quien se quedó dormido después de un rato, Raphael con sumo cuidado lo alzo y llevo al cuarto, mientras Donatello llamaba a sus amigos. Leonardo se quedó un poco platicando con su padre, para que estuviese al tanto de lo que planeaban realizar y que supiera de que el seria el plan de contingencia, si algo salía realmente mal.

Premonitions [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora