Lo que estaba pasando no podía ser real.
Y si fuera un sueño no me gustaría despertar.
Pero también sabía que no estaba bien, ella era mi monitora nada más que eso y teníamos una relacion muy buena entre ambas.
Pero eso ya no era nada de lo anterior.
Imposible. Imposible era negarme ante su tacto, no podía, me encantaba su calidez , su tacto, su voz, su olor que estan totalmente grabados en mi.
Empezó ha hacer leves caricias en mi cintura, y decidí dejar a un lado todos los prejuicios y dejarme llevar.
Mi instinto me decía que me girar ante ella.
Mientras dudaba, sentí sus manos que hacían fuerza en mi cintura para que me girara, así lo hize.
Sus ojos frente a los míos, nuestras miradas juntas, solo me preguntaba ¿Ella siente algo por mi?
Sentí que me iba a desmayar allí mismo,con ella su flequillo mojado y una camiseta ancha deportiva nada más llevaba eso pero se veía increíblemente hermosa, me miraba a los ojos hasta que no aguanté más y baje mi cabeza mirando hacia el suelo.
Sentí una de sus manos que seguían en mi cadera despegarse de ella y seguidamente tocó mi mejilla y sutilmente me hizo subir la cabeza lo suficiente para volver encontrarme otra vez con esos preciosos ojos, que nunca había tenido la oportunidad de per tan cerca y que juraría ver un brillo distinto en ellos.
Con su mano todavía en mi cintura me hizo recostar en la parte de ese vestidor que se encontraba muy cerca de mí, por lo que solo solté un leve suspiro al notar su cuerpo todavía más cerca del mío. No iba aguantar mucho más en esa posición. Su mirada se posó por unos instantes en mis labios y rápidamente volvieron a mis ojos, sabía lo que podía significar.
Pero ella nunca lo haría. ¿No?
Y no pude pensar mucho más en el momento que ella junto nuestros labios en un tierno beso.
Miles de mariposas parecían revolotear en mi estómago.
Sus labios eran suaves y carnosos, no iba impedir nada. Simplemente no podía.
Aquella sensación hizo que sintiera una corriente por todo mi cuerpo.
Empezó ha hacer un leve masaje en forma de círculos en mi cintura y quiso intensificar el beso.
Apego más su cuerpo al mío recostado en la fría pared. No me lo podía creer.
Mientas me besaba empezó un vaivén con sus labios al que yo intenté seguir.
Era imposible de explicar cómo me sentía.
Mi corazón latía, mis manos sudaban y mi cuerpo solo quería más contacto con ella.
Mientras estábamos en ese vaivén que las dos nos movíamos en un completo compás.
Note su lengua tocar mi labio inferior, pidiendo permiso en mi cavidad bucal.
A lo que deje paso sin problema, no pensaba en las consequencias ni en prejuicios solo me deje llevar a lo que no me podía negar.
Al notar su lengua chocar con la mía deje ir un leve suspiro y ella también.
Empezó a recorrer mi cavidad bucal de manera nada salvaje, era una manera muy tierna y cariñosa. Me gustaría decir que era la primera sin embargo no lo era. Pero si era la primera que me hacía sentir de esta manera, tan bien.
Yo solo deje que hiciera, tenia miedo de hacer algo mal y arruinar el momento.
Esa sensación la podía sentir durante horas seguidas y no me cansaría nunca era una sensación más que placentera y agradable.
Al cabo de un rato nos separamos por falta de aire, era lo mejor que había vivido en mis 14 años en vida, pero sabía que tendría que volver a la realidad quizás solo lo hizo por un impulso, no estaba bien. Separamos nuestros labios dejando así los cuerpos juntos y sus manos en mi cintura.
-Jen- dijo con la voz baja y agitada
-D-dim-me- Dije todavía saliendo de el gran momento.
-Me encantas- Dijo todavía más bajo en mi oído.
No podía más, la mujer que me trae loca que me dobla la edad que era un amor imposible acaba de decir que le encantó.
Passaron unos segundos en que solo nos miramos a los ojos.
-Jen dime algo- dijo con la voz algo triste
-Yo yo yo emm- No tenía claro a qué se refería le encantaba si vale pero ¿Como? Pero decidí decir la verdad, al fin i al cabo nos acabamos de besar.
-A mi también- dije bajando la cabeza.
-A tu también ¿ Que?- Dijo haciéndose la tonta.
- Ya lo sabes- dije
-Si lo sé pero quiero oirlo de ti me dijo en la oreja y seguido me mordió el lóbulo. Sacándome así un suspiro. No me lo pensé dos veces y dije.
- Me encantas- ella sonrió y yo me sonroje escondiendo mi cabeza en su hombro.
Separó su rostro e hize lo mismo otra vez intercambiamos miradas.
Volvió a unir nuestros labios en un beso un poco más apasionado del anterior, yo solo disfrutaba de la calidez de sus labios carnosos y calientes sobre los míos y su lengua jugando con la mía.
Poco a poco bajo sus manos hacia mis caderas y una poco más para después pasarlas por debajo de mi short holgado. Estaba yendo demasiado lejos, desde fuera podría parecer que si, pero para mi no. Sin mentir lo llevaba deseando y pensando desde años.
Cuando sentimos unos golpes en el puerta del baño y nos separamos aparatosamente.
Mientras mis mejillas totalmente rojas ardían.
Todavía estaba procesando lo que acababa de pasar.
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saludos;))
vale seamos honestos no se ni ha quien saludo- pero bueno.
