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Las hojas secas, anteriormente egresadas de los árboles, eran aplastadas hasta quebrarse por la fuerza aplicada por el paso continuo del chico mal teñido, que pasaba por desapercibido entre los ciudadanos del país ruso en el que se encontraba junto a su último "amigo", aunque, cínicamente, lo ignoraba en busca de su propia paz subjetiva.

Los rumores siempre fueron una fascinación humana, ya en ese punto normalizada. Famosos hasta el punto de llenar las calles, que confomaban la ciudad, de ellos, motivados las vidrieras de televisores resonando en todos los lugares de la sociedad.

"La noticias y reportajes se hicieron famosos"

El rubio se dejaba acariciar por la brisa del clima ensordeciendose de lo innecesario en un descanso concedido, acurrucandose en ese sentimiento tenue que le brindaba el aroma de la naturaleza disecada en esa estación teñida a tonalidades castañas con un carmín encantador.

"La identidad de la que tanto se habla, todavía es desconocida. Pero, la única información revelada acerca de él, son los grandes, hasta ahora 4, casos cerrados al rededor del mundo, junto a su debut como el investigador de alto rango del cual se habla por todos lados"

Pasaron a un lado de los televisores de esa vieja tienda ya no era consumida por la ciudadanía, pero que se dejaba enganchar por la reportera de hermoso aspecto hablando de temas solicitados por la necesidad de chisme del país.

Escuchaban con atención entre sus murmullos en una forma circular para evitar mandarlos al sitio equivocado. Personas que el chico solo rodeó neutralmente, en un intento desesperado de no meterse entre esa multitud agobiante.

—¡Kenma!— El ruso, que era su compañero de trabajo esa vez,lo llamó. Tratando de seguirle el paso cuando el citado cruzó la avenida. Kenma fingió ser sordo ante los gritos del peliblanco, quien rápidamente se adelantó con facilidad por sus largas piernas —Me parece sorprendente lo rápido que habla la gente.— había dicho poco, y ya había metido la pata felina que frustraba al detective —El caso fue resuelto antes de ay-

—No hables de más.— Ordenó de forma cortante para no querer llamar la atención del resto. Sin subir su cabeza a verlo. Solo la mantuvo baja, dedicándole gran atención a lo que escribía en su celular para cierta persona, sin mostrar expresión alguna.

Lev habla demasiado –
Quiero matarlo. –

Acabó de escribir en el teclado digital y mandó el mensaje, guardando sus manos junto al dispositivo dentro de los bolsillos de su chaqueta rojiza.

—Disculpa.— Se rió avergonzado el chico del cual se había quejado por mensaje —Cambiando de tema... ¿A dónde irás después de Rusia? ¿Alguna solicitud relevante?

Kozume lo pensó en un suspiro, chasqueando la lengua con sinceridad al hayar la respuesta por más básica que fuera.

—No lo sé.

El futuro era un concepto de definición confusa y subjetiva.

Para algunos inexistentes, para otros algo que se forma a base de billones de mini decisiones de cada segundo.

El azar para Kenma, pero para Kuroo, solo era un camino del cual esperar poco y nada, con excepciones claras como un hombre como él tenía.

Bullet without Firing﹙Kuroken﹚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora