六 ▸ . ࣪ Six

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Soñar con los ojos abiertos era curioso.

Kenma mantenía su mirada perdida en la ventana a un lado de su asiento, viendo las nubes que mantenían el día en una escala de grises. Todo esto desde el avión en el que viajaba a Tokyo sin mucha emoción.

No pensaba en algo claro, pero podía perderse con facilidad en la oscuridad de la melancolía celestial, que dentro de poco se haría paradójico según el pronostico que había revisado.

Se preguntaba si estaba nervioso.
Un mal presentimiento empalagaba su cavidad bucal obligándolo a soltar un suspiro en busca ee cambiar su amargo teñir.

No había una hipótesis clara, y la ignorancia, más que consolarlo, lo desesperaba.

Kuroo por otro lado esperaba en el aeropuerto al chico que debía recibir, cabeseando con el anhelo desmedido de no caer dormido a esa alta hora de la madrugada.

Insultaba a ese detective por mandarlo a las 4 de la mañana a iniciar su día.

¿Qué acaso no duerme o es idiota?

Se repetía psicológicamente, irritado por la falta de sueño que el café no lograba borrar.

Estaba todo bastante planeado en esa sala de chat de los viejos Nokias que usaban para no ser rastreados por cualquier otro.

Esa porquería apenas funcionaba, pero cumplía con la función que se le había asignado.

"Usaré un barbijo negro, por la pesadez del cambio de oxígeno. Podrás notar que sere yo. Igualmente, usa una cinta roja en tu muñeca izquierda, escóndela, pero que yo pueda verlo, de otra forma no confiaré en ti."

Al principio creyó que eso era pasarse, pero entendió que era precavido a extremos, después de todo, estábamos hablando de su seguridad y puede que la de sus seres queridos igual.

Finalmente, vió a las personas descender, manteniendo esa alineación distanciada por la que se mantenía el orden, pero se asimilaba a una gran cortina arbórea que no le permitía ver bien.

El semi rubio bajó con algo de negligencia por ver a todos.

Se sentía un aura de pesadez en el ambiente. Puede que por los continuos bostezos, la poca gente, o simplemente por el cielo no iluminado.

Sus ojos se entrecerraron y arrugó la nariz mientras analizaba a cada uno de los habitantes a la espera de recibir a alguien en algún vuelo, pero finalizó por suspirar y bajar levemente la máscara oscura que procuraba cubrir sus fuentes de aire.

Kuroo veía a su frente, tratando de encontrar cualquier señal que fuese a dejar en visto a ese chico que enrealidad, se encontraba a su lado, pero que cada quien estaba en su propio mundo hasta ese momento.

Kenma posicionó la liga de cabello entre sus labios, tomando parte de su cabello sin procurar que su cabello estuviese de lo más arreglado. Mientras que el chico a su lado se giraba a ver a quien le faltaba analizar, ganándose la oportunidad de volver a cruzar miradas entre sí.

Ambos con una cinta roja en sus muñecas, pero cada quien impresionado por verse nuevamente.

Sus ojos conectaron mientras el brillo los hipnotizaba por aquellas ilusiones que no los habían preparado psicológicamente para tal impacto.

—Kur...— Kenma se interrumpió por tomar el brazo del pelinegro, tiró de la tela hasta dejar en evidencia la cinta ee color primario que resaltaba en su muñeca, subiendo sus ojos con asombro por no entender los caminos de la vida. —Tienes que explicarme muchas cosas...— me dijo el semi rubio a callando cualquier pequeña vibración sonora que saliese de los labios del pelinegro, pero se le hizo inevitable no escuchar una pequeña risa sarcástica de su parte.


—¿Tu a mi no?— soltó su muñeca del agarre ajeno con una pequeña sonrisa que generó un sentimiento repulsivo en el corazón del otro, obligándolo a soltar un jadeo que terminó por su propia humillación; la sumisión de sonreir ante él.

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⏰ Última actualización: Nov 29, 2021 ⏰

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Bullet without Firing﹙Kuroken﹚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora