El lugar es oscuro, no soy capaz siquiera de ver la palma de mi mano. Giro mi cabeza en todas direcciones para poder encontrar una salida, agudizó el sentido del oído para escuchar algo que me lleve a la salida.
Como arte de magia aparece una línea blanca a unos escasos metros de mí, conforme me acerco a esta línea me parece escuchar una risa, no cualquier risa, una risa pegajosa, una risa.... ¿alegre?
Me detengo frente a esta línea, descubro que este pequeño rayo de luz proviene del otro lado de lo que parece ser una puerta. sin dudar más empujo de esta puerta y un calor me invade, toda esta luz me calienta y borra todo rastro de frío que arrastraba desde la oscuridad, me siento cálido y cómodo, cierro los ojos para disfrutar mejor de la sensación.
al abrirlos de nuevo un par de ojos azul están justo frente de mí y nada más que eso, sólo esos ojos, impresionantemente el calor aumenta más y más hasta sentir quemar la piel
(...)
De golpe me siento en el colchón de la cama, siento mi corazón palpitando en mi garganta y unas náuseas aflorando en mí estómago, amenazando con subir y obligarme a ir al baño para expulsar todo.
—Sólo un sueño -seco el sudor de mi frente. —Fue sólo un sueño
Creo que tanto alcohol ha provocado un desorden en mi mente. tiro las sábanas a un lado por el calor que estaba sintiendo, estoy sudoroso y pegajoso, un asco.
—¿Porque estoy en pelotas? - me surge la pregunta, pero, no le doy tanta importancia, me monto algo de ropa y así ir a desayunar, mi estómago pide alimento a gritos
Parece ser, en la cocina es el punto de encuentro de todos, aquí sucede todo, se come, y se habla, Parece ser que los otros lugares de la casa son un simple adorno.
Desde que pase el umbral de la cocina, siento la pesada vibra de la mirada de Julliette, resto importancia, las mujeres son extrañas, es mejor déjala ser y ya, debe ser el orgullo de haber hecho la cena de anoche que aún está en lo más alto.
Me acerco a Gustav
—Gracias por ayudarme anoche. -susurro por encima de su hombro
—¿Con qué? - responde
—Ya sabes... con llevarme a la cama y eso, porque me excedí de copas
—¿Desde cuándo te he ayudado cuando estás ebrio? -Me formula la pregunta. —Yo no te ayude anoche. - continúa tomando de su café
—¿Cómo qué no? Hasta doblaste mi ropa
—Debiste estar muy ebrio, que hasta tú mismo doblaste la ropa y no recuerdas. -dice
—Gustav es que sé que no fui yo... -le afirmo. Abro el refrigerador, ojeo un cartón de leche, continuó husmeando en la cocina y tomo un cereal.
Vertiendo la leche, en el bowl lleno de cereal, me asalta una visión. El cuerpo de Julliette no dejaba de retorcerse y temblar debajo del mío, explotaba mojando la cama.
La impresión es tan fuerte que me sostengo de lo que pueda, No puede ser, me acosté con ella. Gustav no me ayudo...fue ella, esto está mal, muy mal ella no me dijo nada, no despertó a mi lado.
giro mi cuerpo para decirle algo, pero ya no estaba, se esfumó. Subo a la segunda planta y escucho la lluvia artificial del baño, claro qué ahí está. Sin pedir permiso irrumpo en su baño o al parecer, su momento consigo misma.
La Invado con muchas preguntas acerca de ayer, no de recuerdo absolutamente nada, mi último recuerdo fue de ella y yo hablando en la cocina y eso es todo, luego fue despertar en cama y luego mientras intentaba desayunar, ese recuerdo sexual llegó a mi cabeza

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El Renacimiento.
Random¿Que pasa después de la vida? ¿Reencarnamos y volvemos a nacer? o simplemente nuestra alma divaga hasta volver a adoptar un cuerpo y volver a abrir los ojos... Aun no me queda claro lo que sé, es que, por alguna razón en cualquier dirección en la qu...