7-Confesión

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Los días enferma pasaron demasiado lento para mi gusto, además de que todos me preguntaban como estaba o como me sentía, en serio me irritaba, mi mamá cocinaba sopa para mí todos los días y por las madrugadas yo me preparaba sándwiches a escondidas porque las benditas sopas de Alejandra no saciaban mi hambre. Ahora estoy preparándome para ir al colegio después de cuatro terribles días encerrada.

— Alicia, ¿estás segura de que te sientes bien?

—Si papá—le digo a Aaron en un tono divertido para que le reste importancia a mi situación

Vamos en nuestro Jeep negro camino al instituto, hoy es viernes y a pesar de que mamá me dijo que me podía quedar en casa y no ir al colegio, me negué ya que no soportaba más estar encerrada en casa mirando la tv todo el tiempo y robando comida de la nevera a escondidas cada vez que tenía hambre, así que decidí venir y respirar aire puro.

—¡¡Alicia volviste!!—creo que no hay que mencionar a la persona que ha soltado el agudo grito

Seguido de su ruidosa bienvenida me da un abrazo de esos que yo llamo "abrazos de jugo de naranja" ya que me exprime tanto que me falta el aire.

—Clara, ¿quieres soltarme ya?

—No—me aprieta más

—Si no me sueltas te estornudo

—No me importa

—¡¡Qué me sueltes!!

—Ya, esta bien—da un paso atrás—pero que conste que fui la que más te extrañó en este instituto de mierda

—Clara, cuida tus palabras

—Me importan una mierda mis putas palabras

—Lo estás haciendo a propósito, mejor entremos

El día pasó tranquilo y sin señales de Kenneth «gracias a Dios».Ya en casa me puse ropa deportiva ya que hoy también empiezo a ir al gym de nuevo con mamá.

Nuevo mensaje

Kenneth: ¿Nos vemos el domingo?

Yo: Si, a las 7 pm en mi casa

Kenneth: Ok, vale
Visto a las 4:13 pm

—¿Y ahora qué hacemos?

—Jugar....

Estamos en mi habitación Aaron y yo ya que no teníamos nada más importante que hacer y nos pusimos a ver Coco.

—¿Jugar a qué?

—A las preguntas—subo y bajo las cejas seguidamente

—¿Cuántos años tenemos, doce?

—Que aburrido, seguro tienes miedo

—Eso ni siquiera es un juego

—Vamos, así puedes saber más de mi

—No quiero saber más de ti

—Me dueles—digo en broma—daaale, juguemos, no tienes nada más importante que hacer

—Tengo que ir a perder niveles en Candy Crush

—Vas a jugar—afirmo

—No me queda de otra—levanta las manos en un gesto de rendimiento

Sonrió maliciosamente—¿Por qué cambiaste tu actitud conmigo?—me mira confundido—¿Por qué de pronto comenzaste a ser amable conmigo y esas cosas?...ya sabes, como antes ni me hablabas

¿Hermanos?...No lo creo © [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora