Capítulo 3

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Ethan's

Y aquí vamos otra vez. Ni siquiera tengo ganas de levantarme de la cama, qué novedad. Oigo los gritos de niños jugando por el pasillo. Me van a volver loco un día de estos. Cierro los ojos y me acuesto boca abajo esperando volver a dormir, pero claro eso aquí no es posible.

-¡¿Pero qué haces todavía acostado?! -Genial, lo que me faltaba.

-Buenos días madame Jinn, es un placer volver a escuchar su encantadora voz, dígame ¿Cómo le fue en sus vacaciones? - me senté en la cama y miré a la insoportable mujer regordeta de notables canas en su cabello negro. No era muy alta pero sí lo suficiente para parecer intimidante para los demás, aunque claro con excepción de mi.

-Ja, vacaciones, ¿qué caso tiene si tengo que volver aquí a soportarte? Mas te vale levantarte de una vez, y nada de entretenerse con esos libros, estoy a nada de deshacerme de ellos -apuntó a mi pequeña pila de libros en la mesa de noche.

-Esos libros son lo único que mantienen cuerdo en este lugar -dije en un susurro.

-¿Qué fue lo que dijiste?

-Que prometo que sus ojos no se toparan más con mis libros- ahora ni leer tranquilamente puedo.

-Eso creí, ahora arregla este lugar y baja a desayunar. -avanzó hasta la puerta y se detuvo -Y con este lugar me refiero a tender todas estas camas, no solo la tuya.

Esta mujer sabía muy bien como hacerme enojar, por suerte la mayoría de las camas ya estaban tendidas.

Después de la horrible avena con manzana que comí, me dirijí al patio esperando encontrarme con un espacio tranquilo para leer y olvidar que estoy en este orfanato. A pesar de solo tener unos pocos libros, los cuales eran robados, me entretenía mucho volver a leerlos, claro no están en las mejores condiciones pero, es lo que tengo.

-"Sin embargo, las aguas enloquecidas de Tierra del Fuego bañaban los huesos de capitanes con mucha más experiencia que Vanderdecken, patrón de El Holandés Errante." - Los náufragos de El Holandés Errante, el libro que mamá me leía de niño, no es como tal un cuento para niños pero a mí me gustaba escucharlo mientras me quedaba dormido.

La sombra del árbol bajo el que estaba sentado iba avanzando hasta que llegó la cálida luz del sol a mis manos y fue entonces cuando me di cuenta que era tarde, tarde para ir al comedor, madame Jinn ya debe de andar buscándome.

-!Ethan! -hablando de la reina de roma. Cerré el libro y volteé hacia donde provino el grito. Ella estaba de espaldas a mí así que aproveché para correr al otro lado donde estaba la pared y dirigirme a la entrada principal para después ir al comedor y fingir que estuve ahí todo este tiempo.

Estaba a punto de abrir la puerta cuando alguien me jaló de la camisa provocando que cayera de espaldas.

-Pero miren a quién tenemos aquí, ¿otra vez llegando tarde a comer? -Adam y su grupito me rodearon mientras yo seguía tirado en el piso.

-¿no te cansas de molestar a chicos menores que tú? -era solo un año mayor pero siempre se metía hasta con los niños de 10 años.

-La verdad que no, así como tú no te cansas de esos libritos ¿me equivoco? -me arrebató el libro y comenzó a mirarlo -Esto es pura basura, como tú. Como me dan ganas de... -tomó una de las hojas y la arrancó -Que pena, ya lo hice.

-Detente por favor -intenté levantarme y quitarle el libro pero sus amigos me tomaron de los brazos impidiéndomelo. Arrancó más hojas, una tras otra.

-¡Basta! Eres un maldito... -no pude terminar a causa del puñetazo que me dio. Sentí mi labio arder y fue en ese momento en que no me contuve más. Me abalancé hacia él y comenzamos a pelear. Nunca antes había golpeado a alguien pero estaba tan enfadado que eso no me detuvo.

-¡¿Pero qué sucede aquí?! -escuché a madame Jinn pero aún así seguí golpeando el rostro del chico que me había estado atormentando todo el año. -¡Ethan Dumont deténgase de una vez! -me separé de Adam y limpié la sangre que comenzaba a salir de mi boca.

-Madame Jinn, Ethan a comenzado la pelea después de haberme estado insultando. Está como loco, no sé lo que le sucede. -Adam se levantó y se puso a un lado de madame Jinn.

-Chicos, lleven a Adam a la enfermería, yo me encargo de Ethan -me levante inmediatamente y recogí mi libro y sus hojas.

-Yo no empecé la pelea, Adam...

-¡No quiero excusas, estoy cansada de ellas! No vas a comer pero sí vienes a pelearte con un pobre chico, de esta sí que no vas a salir -traté de hablar pero me tomó del brazo y me jaló dentro del edificio -Vamos directo a dirección y más vale que no sigas con tus mentiras.

La directora molesta, mi camisa con sangre, mi rostro con moretones, Lilya decepcionada de mí. Había pensado en decir toda la verdad de lo sucedido pero preferí mentir y aceptar la culpa de la pelea. Al menos tal vez así podría irme de aquí.

-Este comportamiento es inaceptable en nuestra institución, tendrá que buscar otro lugar para llevar a este vándalo.

-Sé que Ethan se comportó muy mal, pero no es un vándalo, él es un buen chico, no sé lo que provocó que actuara así -Lilya me miró esperando que me explicara pero solo dirigí mi vista a mis manos. Mis nudillos estaban rojos y con algunas abiertas. Para no saber pelear sí que lo hice con fuerza.

-Él ha admitido lo sucedido, debe aceptar las consecuencias. Eso es todo, pueden retirarse. -me levanté de la silla y salí de la oficina sin mirar a nadie. 

-Ethan, alto -Lilya me siguió hasta mi habitación -¡Ethan! ¿Puedes dejar de ignorarme? Este es el segundo orfanato del que te echan, primero te escapas y ahora te peleas, ¿qué es lo que te sucede? No puedo estarte defendiendo todo el tiempo y menos si no me dices lo que pasa.

-¿Y qué caso tiene? Este lugar... solo olvídalo. -guardé mis cosas, las cuales eran pocas, en la mochila y la colgué en mi hombro. -Lo siento, solo vámonos ¿sí? -me miró pero no dijo nada más, solo nos dirigimos al auto.

Espero les esté gustando. ¿Qué creen que pase ahora? Estaré leyendo los comentarios.

No soy como los demásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora