Salgo a las dos y cinco, he tenido clase con el Sr.Clark a última hora y de verdad es que no puede ser más aburrido.Gracias a dios por fin he terminado mi día en la universidad, y debido a mi cansancio gracias al maravilloso profesor me dirijo al metro para poder irme a mi casa y descansar un rato.
Bajo las escaleras de la estación y como todos los días el olor a humedad y a multitud llegan a mi como un soplo de aire. Espero a que llegue mi tren el cual me dejará directamente en la estación al lado de mi casa, ya que estoy muy cansada para ir a ver a mi camarera favorita. Treinta y un minutos después llego a mi casa y la única que me recibe al entrar es nuestra criada y secretaria de mis padres,Molly. Desde que tengo uso de razón, esta mujer ha sido la agenda y el perchero de mis padres durante estos veinte años de duro trabajo, y para mí ha sido mi niñera y abuela mientras ellos estaban ocupados. Mi padre no tiene hermanos y sus padres fallecieron cuando yo apenas tenía un año, mi madre en cambio tiene una hermana Lisa Miller, con la cual no mantiene una estrecha relación, sólo se ven cuando les conviene, es decir cuando mi madre estrena un nuevo producto y Lisa quiere un descuento por ser familiar, o cuando mi madre quiere un masaje gratis.
En fin, la única figura "familiar" que he tenido durante mis 19 años de vida ha sido Molly.-¿Qué tal estás hoy corazón? ¿Todo bien en la universidad?- Me pregunta con su típica sonrisa dulce que dan ganas de achucharla y no soltarla nunca.
-Muy bien nana, salvo la última clase.
-Déjame adivinar el Sr.Clark, ya sabes que ese hombre la tiene tomada contigo desde que empezaste la universidad he hiciste un proyecto de diez.
-Ya lo sé, le odio y encima todavía me lo recuerda diciéndome 'Srta.Mcklein le recuerdo que la nota vale mucho a estas alturas del curso así que es mejor que se esfuerce y no repita ningún proyecto'. No es mi culpa que Elizabeth sea una vaga, una psicópata y me amenacé con romperme todos mis zapatos.
-Corazón ya no tienes doce años, no puedes seguir sirviéndole a tu hermana todos sus caprichos como cuando ella tenía quince años- Me respondió poniéndose sus dos manos en los laterales de su cintura.
-No soy tan inocente como lo era antes, ya no me dejo mangonear por ella. Estoy harta de que ella siempre sea la reina y yo solamente la princesa inocente e inútil que está a su sombra.- La respondí empezando a sentirme mal y perdiendo la poco paciencia que me quedaba.
-Kate- Me dijo poniendo su palma derecha en mi mejilla- que nadie te diga lo que puedes o no hacer, y no eres la sombra de tu hermana. Eres la chica más trabajadora e inteligente que conozco, y aunque a veces seas un poco tiquismiquis-puso una mueca en su cara, la cual me hizo soltar una pequeña risa-siempre serás un ser de luz y triunfarás mucho en el futuro.
Me abalancé hacia ella con mis ojos ya cristalinos y una de mis mejores sonrisas, la rodee con mis brazos y la abracé como si fuera la última vez.
Yo adoro a mis padres, pero hay momentos como este en el que solo me apetece abrazar a una persona en concreto, y esa es mi nana.
Después de cinco minutos con lágrimas rondando por mis mejillas y acomodándome en los brazos de esa increíble mujer, nos separamos para poder ir hacia el comedor y degustar esos deliciosos spaghettis a la boloñesa tan únicos de Molly.-¿Les has echado algo distinto?- Pregunto tapándome la boca ya que estaba masticando.
-No corazón, ¿porqué lo preguntas?- Me interroga mientras termina de absorber uno de los muchos spaghettis que hay en su plato.
-No lo sé, pero es que cada vez que los haces, creo que te superas aún más.
-Pero cómo no se te puede querer, si eres la niña más dulce que conozco- Dice con mucha alegría.
Al terminar la comida, dejo a nana sola para que pueda continuar limpiando y ordenando la casa, mientras que yo voy a mi habitación para terminar de pasar unos apuntes a limpio y luego vestirme para hacer deporte.
Acabo de hacer mis apuntes y me dirijo al gimnasio que hay en mi casa, entro y la tenue luz que entra por la ventana me da en la cara, voy a la bicicleta estática y estoy allí durante unos treinta minutos mientras escucho música.
Cuando me bajo de esta escucho un golpe que viene de el despacho de mis padres así que cojo mi móvil, mi toalla, abro la puerta y voy hacia allí con cautela.
Son las seis y media de la tarde, por lo que ya está empezando a anochecer, y los pasillos de mi casa cada vez son más oscuros y fríos.
Sigo escuchando ruidos y cuando me he querido dar cuenta estoy en la barra del bar, a cinco metros de distancia se encuentra la puerta que da al despacho de mis padres. Por cada paso que doy, el ruido se hace cada vez más intenso y el miedo y el frío se apoderan de mí cada vez más rápido. Solo me separan cuatro pasos de la alta puerta de madera blanca por lo que los ruidos son más fuertes y frecuentes. Miro hacia la puerta de la entrada y puedo observar a lo lejos como está cerrada, lo que significa que mis padres se quedarán hasta tarde trabajando y solo quedaremos nana, mi hermana y yo en casa.
Vuelvo a mirar a la puerta del despacho, pero esta vez al pomo y me doy cuenta de que la llave que suele estar al lado de esta para poder abrirla no se encuentra en su lugar, sino tirada a un lado en el suelo.
A estas alturas me replanteo si quiero o no saber que o quién es lo que está provocando esos extraños ruidos, por lo que dejo a un lado mis temblores y mis miedos, me lleno de valor y me agacho para poder coger la llave y abrir la puerta.
Cuando estoy dispuesta a levantarme del suelo, la puerta se abre y los latidos de mi corazón empiezan a acelerarse a tal punto que finalmente es lo único que escucho. Voy dirigiendo mi mirada lentamente hacia arriba para poder ver la cara a la persona que me está dando el mayor susto de mi vida, pero algo me frena a hacerlo y no paro de mirarlo fijamente.
Antes de que me quiera dar cuenta me estoy desvaneciendo poco a poco y mi cuerpo pesa cada vez más , hasta que lo último que veo con mi mirada borrosa son aquellos zapatos huyendo lentamente a través del pasillo junto a la persona que me ha arrebatado la llave del despacho de mi padre y me ha dejado tirada en el suelo cayendo en un profundo sueño.
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Apuestas, secretos y asesinatos
Mystery / ThrillerKatherine Mcklein, una jóven que tiene toda su vida resuelta. La casa perfecta, las notas perfectas, los amigos perfectos y unos padres perfectos, ¿o no tan perfectos? Ella cree que todo lo que hay a su alrededor no posee ningún solo error, pero ¿qu...