Ya es viernes, lo que significa una sola cosa...
Vuelvo a mirar el mensaje que hay en mi móvil: {Fiesta en mi casa el viernes, a las ocho en la mansión Mcklein}.
Lo que me faltaba ya ni puedo estar tranquilamente un viernes en mi casa, tirada en mi cama con mi camiseta desgastada viendo mi culebrón favorito.
Esto es típico a principios de curso, la gran Elizabeth Mcklein dando la mejor fiesta que se ha visto el segundo viernes del primer mes de clases, -nótese mi ironía- es horroroso.
Como ya he dicho antes, mi "querida" hermana es muy popular, por lo que al hacer la primera fiesta al inicio de la universidad, esta aumenta aún más. Con solo pasar por los pasillos de la uni y coger sus libros, ya tiene doscientos seguidores más.
En fin, una estupidez.
Suena el timbre, lo que indica que ya puedo abandonar la clase del odioso profesor Clark e irme lo antes posible para que Elizabeth no me arrastre y me pida ayuda para su...-¡Fiestaaa!- Lo que no quería que ocurriera, encontrarme a mi mayor pesadilla la cual tiene nombre y apellidos, Elizabeth Mcklein.
-Por favor Lucifer, llévame ya al infierno-Susurro mirando hacia el suelo.
-¿Que tal está mi hermanita?-Me rodea los hombros con su brazo izquierdo-¡Fotoo!
-¿Espera qu...?-Un flash me ciega por lo que cierro los ojos y me los tapo con mi mano.-¿Que leches ha sido eso?
-Una foto querida Katherine, te has quedado enganchada en el siglo veintidós-Todos a su alrededor ríen acompañándola.
-Estamos en el siglo veintiuno Barbie teñida, por lo que no estoy estancada sino que tú estás adelantada en ser estúpida.
Carcajadas y risas son lo único que se escucha por los pasillos de la universidad.
Barbie me mira como si hoy fuera mi último día de vida ya que me va a matar por decirla eso, Lucifer ya voy contigo.
De repente su mirada asesina cambia a una totalmente diferente, empieza a sonreír y a reírse junto con los demás, ¿y a esta que le pasa, ahora es bipolar o qué?-Pero que graciosa eres Kate, me alegras los días de verdad- Definitivamente a esta se le ha caído el tornillo que tenía.
- ¿Qué quieres Elizabeth?- La digo ya cansada y cruzando ambos brazos sobre mi pecho.
-¿Yo? Nadaaa, solo me preguntaba si querías ayudarme con la mejor fiesta que va a tener esta universidad.-¿La mejor? ¡Ha! Querrá decir la más cara y asquerosa. Pongo mi mejor cara de tristeza y la respondo.
-Lo siento Elizabeth pero no puedo,- Su mirada feliz pasa a una interrogante- estoy muy ocupada con los exámenes y los deberes, ya sabes lo que conlleva estudiar medicina.
-Oinsss, ¡vamos Kate! Tienes que relajarte y divertirte, la época de la uni es la mejor ¡¿verdad?!-Gritos y aplausos se escuchan por el pasillo, contestando así la pregunta de mi hermana.
-Lo siento, pero de verdad no puedo.-Cierro mi taquilla y me giro hacia la puerta de salida, pero antes de que pueda cruzarla Elizabeth me coge del brazo y hace que la mire.
-Escúchame bien Kate,- me susurra- si no quieres que papá y mamá se enteren de lo que ya sabes, ayúdame a montar la fiesta.-Su mano me aprieta el brazo ligeramente dándome así otra advertencia, haciéndome saber que no tengo más opciones.
-Está bien Elizabeth, te ayudaré.- Ella me suelta con una sonrisa y se dispone a cruzar la puerta de salida, pero la freno- Pero va a ser la última vez que lo haga, ya no tengo doce años como para que me estés utilizando, así que vete buscando otra criada por que a mí no me vas a tener más.- La respondo finalmente, recordando las palabras de nana. Se acerca a mi oído y me susurra.
-Lo que tú digas, Cenicienta.- Levanta la mirada y se queda petrificada, me doy la vuelta para ver a un chico con una chaqueta negra, esta le tapa la cara al tener la capucha puesta.
Me giro otra vez hacia mi hermana y la observo durante dos minutos que fueron lo que tardó aquel chico en cerrar su taquilla, dirigirse hacia su moto y marcharse del instituto. La mirada de Elizabeth vuelve a posarse en mí, me sonríe y se va de los pasillos, robando algún que otro suspiro de amor.
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Apuestas, secretos y asesinatos
Mystery / ThrillerKatherine Mcklein, una jóven que tiene toda su vida resuelta. La casa perfecta, las notas perfectas, los amigos perfectos y unos padres perfectos, ¿o no tan perfectos? Ella cree que todo lo que hay a su alrededor no posee ningún solo error, pero ¿qu...