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- ¡Sueltenme hijos de puta!

- ¿Podrias dejar de gritar?

- Quitame las esposas y dejare de gritar.

- Llevala a la sala de interrogaciones.

- 10-4 – empujo a la chica – Muevete.

La dejaron en la sala de interrogaciones, obligándola a sentarla en la fría silla de metal y la dejaron sola. Con su mirada recorrio la habitacion, hasta ver como el foco rojo de la cámara que indicaba que estaba grabando, se apago. Una sonrisita se le formo en el rostro.

La puerta se abrió y dejo entrar al gran Superintendente Conway y seguido de él entro un oficial.

- ¿Teme estar a solas conmigo Conway? – solto una risa juguetona.

- ¿Por qué vandalizaste la patrulla del Superintendente? – hablo el oficial, Conway solo se recargo en la pared y no dijo nada.

- No sabia que ahora tenias perros falderas – volvió a reir – Bueno siempre los has tenido.

- Responde – volvió a decir el oficial.

- ¿Le excita tener a una chica esposada en una habitacion, sola e indefensa? – sonrio de lado - ¿Le excita eso Superintendente? Porque desde que me esposaron todos han tenido mano larga conmigo y ni se diga el entrar aquí y sentir la mirada de todos desnudándome. Ahora estamos aquí, estoy esposada, estamos solos – respiro profundo – Muchas cosas pasan por su cabeza y lo veo en sus ojos – se enfoco en Conway, que tenia la mandíbula tensa desde que comenzó a hablar – Usted quiere tenerme asi, ponerme contra esta mesa y darme hasta que desfallezca. Usted quiere callarme y darme una dura lección, porque lo veo en sus ojos. Quiere verme suplicar y llorar…

- ¡Basta! – grito, la chica salto en su silla - ¡Sal de aquí! – le indicio al oficial.

- Pero…

- Sal de aquí anormal o te sacare a porrazos – amenazo y el oficial salió. Por suerte habia cerrado la habitacion de junto y nadie podría ver o escuchar que pasaba – Tú quieres que realmente todos descubran que ocurre aquí.

- ¿Qué ocurre Jack? – puso las esposas sobre la mesa.

- ¿Cómo coño te las has quitado?

- Años de practica – le sonrio.

- No tengo tiempo para tus jueguitos de mierda, asi que habla porque hiciste tanto alboroto.

- Hay una nueva mafia que llego a la ciudad – se rasco la nuca – Tren demasiadas cosas y quise entrar, pero soy una mujer que llora cuando se rompe una uña – puso los ojos en blanco – Asi que les dije que me probaran, vieron tu patrulla y me dijeron si realmente tienes huevos para entrar con nosotros, destruye su patrulla.

- ¿Y lo vieron? – se sento frente a ella.

- Si cuando me metieron en la patrulla, pasaron muy lento junto a mi y me dijeron que me llamarían – sonrio orgullosa – Si entro, podríamos hacer lo mismo que en Budapest – lo miro – Y acabaríamos con muchas.

- Te llevara mas tiempo del acordado.

- Jack entiende, son nuevos y tienen muchas cosas, van a ser suministro con mas y si estoy dentro pudo dar mejor informe, además – apreto los labios, acaba de cagarla.

- ¿Qué? – la miro - ¿Qué coño hiciste?

- No he hecho nada – ladeo su cabeza – Aun – carraspeo – Si logro entrar y me llevan con el cabecilla – lo miro – Voy a seducirlo.

- ¿¡Estas loca!? Es un puto suicido.

- Lo hice una vez y…

- Y casi te matan idiota.

Jugando SucioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora