— N-no se si sea buena idea hacerlo aquí — Comentaba el erizo oscuro con duda en la voz pero sin frenar sus movimientos lentos contra el cuerpo de la chica.
— shhh... sigue... dame mas — La rosada lo incito a seguir, colocando su mano encima de la de su amante, la cual estaba situada en su cuello. Apretando por momentos y aflojando por otros.
Era una fantasía compartida hacer el amor en la cocina y justo en ese momento lo estaban haciendo. Era peligroso y bastante riesgoso por los integrantes de la casa. Una simple presencia repentina y toda la escena sexual se vería opacada pero mientras esto no sucediera, ellos seguirían haciendo el amor como si nada en la mesa de la cocina.
— Dios....Quiero correrme dentro tuyo... — Susurro entre dientes el oscuro aumentando la velocidad de sus embestidas, ya siendo causante de un sonido de impacto bastante erótico.
— Co-con calma.... Le-lento — la chica trato de hacer que su chico redujera la velocidad pero fue imposible hacerlo. El estaba demasiado concentrado en hacerle el amor rápido para poder asi sellar su fantasía.
— Te amo puta — El agarre en el cuello de su amada se intensifico en sincronía que llegaban al orgasmo en su interior. La eriza alcanzo el apogeo sexual segundos despues de su pareja.
— Mierda siiiii.... — Gimió ella cuando sintió todo el calor de su pareja invadiéndola. Cerro los ojos unos segundos para disfrutar esos momentos de paz despues del sexo.
El oscuro la soltó lentamente y la abrazo por la espalda aun sosteniendo el contacto intimo.
— ahora... ¿Cómo hacemos para movernos?— pregunto cómico, mientras seguían juntos en ternura pero tambien en una posición tan vulnerable donde podían encontrarlos.
— Señor, primero salga de dentro mío y déjeme limpiarme —respondió juguetona mirando sobre su hombro al oscuro.
Rieron juntos un rato mas, ahi en plena exposición. A la vista de cualquiera, pero como estaban juntos mucho no les importaba, simplemente eran ellos dos en una situación peligrosa...
Pero juntos.
