ᴇʟ ᴜ́ʟᴛɪᴍᴏ ᴀᴛᴀʀᴅᴇᴄᴇʀ (𝑙𝑢𝑧𝑢𝑝𝑙𝑎𝑦)

ɪɴɪᴄɪᴏ

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Atardeceres, esos colores en el cielo en distintos tonos que hacen que sientas por un momento, como si todo fuese producto de tus sueños, o simplemente alguna fantasía.

Allí estaba sentado, al borde de algún acantilado perdido en algún lugar del mundo, disfrutando todo lo que cubría mi campo de visión al mirar el horizonte, era la primera vez que iba a ese lugar y sin duda no estaba arrepentido, me recosté sobre la hierba, observando aquellos lejanos puntos blancos que empezaban a aparecer en ese punto que parecía ser el fin del mundo.

Me sentía libre en ese pequeño instante, como si al fin hubiese podido escapar de aquella cárcel en la que no había barrotes, pero las acciones de ellos me mantenían preso en mis dudas, pero como dije, en ocasiones las cosas que parecen reales llegan a ser solo una fantasía...

Suena el despertador

── Si solo fue un sueño ── susurre para mi al abrir los ojos y escuchar esa maldita cosa sonando.

A pesar de tenerle allí durante años, no me acostumbraba aún. Mi habitación no era muy grande, pero para mi era suficiente, pared de color gris que resaltaba con los muebles blancos, unas cuantas imágenes con paisajes pegadas a la pared, un armario, una estantería con varios libros, un escritorio completamente desordenado lleno de bolígrafos, lápices y cuadernos y mi cama cerca de una ventana que daba a la calle.

────── ❲  𝙉𝙖𝙧𝙧𝙖 𝙇𝙪𝙯𝙪 ❳ ࿐ 

Baje al salón luego de levantarme y hacer la cama como todas las mañanas, nadie estaba despierto así que me prepare un poco de cereal para desayunar, la mañana solía ser desesperante, pero por alguna razón que desconozco, solo se escuchaba el canto de los pajaritos fuera, primera vez en... demasiado tiempo.

Decidí vestirme para el instituto antes de ir a ver si seguían vivos, hay prioridades y para mi lo era la escuela, si lograba completarla, seguro volaría cual mariposa a algún punto del mundo lejos de ellos.

Me metí al baño y me di una ducha, salí y me vestí con mi uniforme, tome los libros y los guarde en mi mochila y luego de todo eso toque a la puerta de la habitación de mis padres.

── ¿Mamá? ¿Papá? ── hable alto desde fuera esperando a que me escucharan, no me prestaban mucha atención de todas formas, nadie respondió y supuse que estarían dormidos.

No abrí la puerta para no molestarlos eran muy estrictos y en casa teníamos muchas reglas o yo tenía muchas reglas. un verdadero infierno.

Terminé mi cereal y salí fuera, el instituto no estaba muy lejos así que fácilmente podía ir caminando, además de que el frío de la mañana era de lo más increíble es una sensación extraña pero agradable; al acercarme un poco a mi destino logré ver a mi mejor amiga, Mónica.

── Mónica ── dije acercándome a ella con una sonrisa ── ¿que tal? ── pregunte amable ante aquella chica.

── Luzu son las 7 de la mañana, como esperas que este, debería estar durmiendo en mi habitación ── quedó claro que a Mónica no le gustaba mucho estudiar, pero tampoco iba mal.

── Tranquila solo preguntaba ── reí viéndola tan enojada ── y... ya llegaron los alumnos nuevos, los que venían de intercambio? ── pregunté moviendo una pequeña roca en el suelo con mi pie derecho y mi mirada clavada a un sitio cualquiera.

── No, no he visto a nadie... Que parezca un rostro nuevo ── empezó a buscar con la mirada sin hallar a nadie.

── Bueno, tendrán que llegar con la campana porque está a punto de sonar ── luego de lo que dije, sono la campana que anunciaba la entrada a las aulas de clase.