Piensen en todas esas historias zodiacales que han leído a lo largo de su interés por Wattpad, bien, ahora todas esas historias combinenlas y creen una sola, sería más o menos esta historia. Escuela, bandos, poderes, amistades, amor y desamor, rival...
• Lenguaje sexual • Lenguaje subido de tono • Homofóbia
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— ¡Mamá, ya llegamos! — avisó Piscis entrando por el pulcro umbral blanco de la puerta con Aries tomado de la mano
— ¡Hola amor! — se escuchó el saludo de Priscila desde el final del pasillo
Ambos jóvenes se dirigieron a dónde provenía la voz y resonaba la música clásica; llevándose el invitado una sorpresa al ver a la mujer en el centro de la habitación entre tantos lienzos en blanco o con unas cuantas manchas en ellos, con su overol de mezclilla azul marino manchado de diversos tonos, al igual que su cara en la cual tenía una sonrisa plasmada.
— Ah, hola Aries — se acercó a saludar al susodicho -que estaba atónito viendo todo el material con el que disponía la señora Becher- dándole un beso en la mejilla intentando no manchar el rostro ajeno — ¿Cómo les fue en la fiesta?
— Fue solo una deliciosa cena hecha por Tauro y tomar un poco — explicó el rubio yendo a la cocina seguido de su madre, dejando a su pareja admirando el gran salón — ¿Aries vienes?
— Ah sí, un segundo — sacó rápidamente su celular abriendo la aplicación de la camara, necesitaba capturar la hermosa imagen de la habitación blanca, con manchas de pinturas involuntarias y millones de lienzos por acabar, siendo iluminada por la luz natural que se filtraba a través del gran ventanal que se tenía por puerta trasera — Señora Becher
Se encaminó a la cocina donde ambos rubios cocinaban el desayuno, al menos Piscis, ya que la mayor lo veía sentada en la encimera diciéndole que hacer para que el desayuno no se quemase.
— Dime Priscila cariño
— Priscila, ¿Usted es pintora?
— Como pasatiempo, si — habló comiendo una rodaja de chile que su hijo recién había cortado — Piscis me dijo que tú también eres un artista, Aries esto, Aries lo otro — hizo un intento por interpreta la voz de su hijo — A veces pienso que ese es su idioma
— Jaja — se carcajeo ante las delación de la rubia hacia su hijo — Soy un aficionado más bien
— No denigres tu trabajo solo porque no te consideras bueno — dijo su pareja concentrado en el desayuno — A mí me encantan tus pinturas, y estoy seguro que a demás personas también les encantaran
El pelinegro se sonrojó levemente por las palabras de su amado; sus dicciones siempre lo ponían de tal manera, era lindo su trato en esta nueva relación, comparada a la anterior se podría definir como prodigiosa.
— ¡Parecen una pareja de recién casados! — aseguró la mayor ruborizando a los dos jóvenes en el espacio, Aries ya parecía un tomate de tanta vergüenza que sentía — ¡Jaja! ¡Son tan lindos!
