Eclipse. [Kookmin]

• Solo un poco más. •

Su cuerpo entre sus brazos se sentía tan bien, sus dedos subiendo y bajando por su espalda desnuda hacían su respiración agotarse pero al mismo tiempo hacia su corazón tranquilizarse.

Miraban las estrellas mientras Jimin tenía su cabeza en el hombro derecho de Jungkook.

— Es hermoso. — Dijo Jimin. — Esto es hermoso.

— Tú eres hermoso. — Beso su cabeza.

— Jungkook... — Lo miro a los ojos sin levantar su cabeza. — ¿Crees que algún día dejaremos de escondernos? ¿Crees que nuestro amor llegará más allá de los grandes árboles de este bosque? ¿Crees que podremos estar juntos por siempre?

Guardo silencio unos segundos y después sonrió.

— Si. — Sus ojos mostraban sinceridad. — Se que algún día dejaremos de escondernos, y seremos libres de gritar nuestro amor a los cuatro vientos.

— ¿Sin importar nada?

— Sin importar nada. Sin importar quiénes somos. Y si nadie esta de acuerdo nos iremos lejos y viviremos como personas normales.

— ¿Personas normales? — Sonrió. — ¿Tendremos una casa pequeña y acogedora dónde haya mucha felicidad?

— Si. Y tendremos muchos animales, yo trabajé en el campo. — Jimin lo miro con ojos muy grandes y brillosos. — Y sobre todo... — Acarició su rostro. — Jamás tendrás que llevar sobre tu cabeza esa corona que tanto odias. Y nunca más tendrás que usar zapatos incómodos.

— Jungkook...

— Tendremos una gran familia muy lejos de aquí. Seremos libres. Veremos las estrellas juntos todos los días.

Aquellas palabras hicieron el corazón de Jimin sentirse caliente.

— Eso suena maravilloso. — Lo abrazo. — Quiero vivir así contigo.

— Nacimos para estar Juntos. — Lo beso. — Y para amarnos eternamente.

— Jungkook. — Quería volver a sentir suyo, quería que lo tomara una vez más y jamás lo soltara. — Te amo.

No fue necesario que Jungkook respondiera. Bastó con besar sus labios con deseo y ponerlo bajó su cuerpo para hacerlo suyo una vez más.

— Mi amor. — Jimin se preocupo por la hora. — Tengo que volver, si mi padre me descubre...

— No quiero que te vayas. Quiero quedarme a tu lado.

— No sabés cuánto quisiera hacerlo.

— Jimin. — Pego su frente a la suya. — Quiero volver a sentir tu cuerpo.

Hacerlo suyo una y otra vez hasta que ya no pudiera más.

— Y-Yo. — Había cometido la peor de las faltas, había tenido sexo. Había estado con un hombre fuera del matrimonio y sobre todo con alguien con quién jamás debió de involucrarse. Pero poco le importaba. — Yo también quiero. Quiero ser tuyo, quiero ser tuyo todas las veces que quieras.

— Mi amor. — Se acomodo entre sus piernas. — Mi amado Jimin.

Lo penetró haciendo qué Jimin que quejara pero al mismo tiempo eso le había gustado.

Jimin tenía que irse, y lo haría, pero no sin antes sentir esa sensación de lo prohibido y lo excitante que Jungkook le transmitía.

No querían detenerse, ahora que habían descubierto lo maravilloso y exquisito que era hacer el amor no se detendrían jamás.