CAPÍTULO 2. CONFUNDIDOS.

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Mientras iban caminando hacia el restaurante hubo un silencio un poco incómodo. Ninguno de los dos se atrevió a hablar más en todo el camino.

Mente de Sarah mientras caminaban: ¿Lo debería haber besado? No... No... Además, si lo hubiese intentado, él se hubiera apartado y habría sido de lo más vergonzoso. Él obvio no me quería besar... Si seguro que no...

Mente de Marc: ¿Ella querrá besarme? A lo mejor no, y por eso se apartó... O a lo mejor piensa que vamos rápido... O simplemente no le gusto y ya. Al fin y al cabo solo somos dos personas conociéndose aún. Si seguro solo quiere ser mi amiga. ¿Debería de lanzarme esta noche? No, no, no, no... Marc, no has podido enamorarte... La acabas de conocer... Sí... eso... Imposible... Solo es una amiga...

Llegaron al restaurante, todos los miraban asombrados y ellos se sentían un poco incómodos y molestos, pero igual comieron, Marc se hizo fotos con una cuantos fans más y se fueron.

-Bueno, ¿quieres que te acompañe a tu casa?

-No, no hace falta, pero gracias. *Sonríe amablemente*. Me lo he pasado muy bien Marc, gracias por este día.

-Yo también me lo he pasado muy bien. *Le devuelve la sonrisa*. Y gracias también, por sacarme de la rutina y ayudarme a desconectar. Y oye, no hace falta que me ayudes a buscarlo.

Sarah frunce el ceño muy confundida. -¿A buscar a quién?

-A mi amigo... el de mi infancia... ¿Te acuerdas del trato?

-A si... Perdón, soy un poco olvidadiza y despistada. Ella baja la mirada un poco triste y avergonzada por haberse olvidado.

-Ey, ey, ey... Un despiste lo tiene cualquiera. Dice mientras pone su mano en tu barbilla delicadamente y le sube la mirada.

Hubo un contacto visual bastante bonito e intenso por unos segundos, los dos se fueron acercando poco a poco hasta notar la respiración del otro y como su aliento iba cada vez más cerca del otro. No dejaban el contacto visual. Cuando estaban a punto de besarse Sarah reaccionó.

-No creo que este sea ni el lugar, ni el momento adecuado para hacerlo. Dice alejándose de él muy lentamente. Su respiración iba calmándose un poco más a la vez que iba separándose de él. Seguían mirándose a los ojos, sus ojos brillaban como si estuvieran mirando a la luna. Mantuvieron la mirada por unos minutos hasta que reaccionaron al escuchar los gritos de más fans acercándose.

Sarah le coge la mano a Marc, lo jaló para poder correr. Corrieron y corrieron hasta que llegaron a ''Milú'', el lugar de Sarah.

-Bueno... ya llegamos. Dice Sarah bajando la mirada para no hacer contacto visual, ya que eso le ponía más nerviosa de lo que ya estaba.

-Si... llegamos a tu lugar. *Ríe nervioso*.

-Gracias por acompañarme. Mientras sube su mirada y mantienen otro contacto visual. Era un momento de mucha tensión, ya todos sabemos que están locos por besarse.

Siguen callados sin decir nada mientras se miraban. Marc bajó su mirada hacia sus labios, y eso que Sarah se pusiera muy nerviosa.

Marc reacciona haciendo que sus miradas chocasen de nuevo. –Bueno... técnicamente... Me has obligado a acompañarte, me has cogido de la mano y me has traído hasta aquí.

-Sí, bueno... *Ríe muy nerviosa*. Perdón.

-*Ríe* Me encanta cuando te poner nerviosa, ¿lo sabías?

-¿Qué? ¿Yo nerviosa? Pff... que tontería. Dice mientras se ponía más nerviosa aún.

-Bueno, venga te acompaño a tu casa. Le dice mientras pone su brazo para que ella se agarrase de él.

-No, no, yo... Bueno... es que... yo duermo aquí.

-Venga ya, ¿no es más fácil decirme que no quieres que te acompañe?

-¿Qué? No, pero... Es que es verdad que duermo aquí. Baja la mirada mientras sus ojos se llenan de lágrimas. Sarah no es de llorar delante de personas, pero no se pudo contener y muchas lágrimas empezaron a caer de sus mejillas muy lentamente.

Marc se da cuenta, y sin saber qué hacer la abraza. Él solo le repetía: todo va a salir bien, ahora me tienes a mí y te juro que no me iré, no te dejaré sola. Si quieres desahogarte aquí me tienes, y si no simplemente aquí me tienes para abrazarte y consolarte mientras lloras, confía en mi.

-Gracias. Dice mientras se limpiaba las lágrimas y mocos con la sudadera. Sarah se da cuenta que es la sudadera de Marc y lo mira avergonzada tapándose la cara con sus manos. –Te lavaré la sudadera, te lo prometo. *Ríen los dos nerviosos*.

-No te preocupes, está bien. Y respecto a la sudadera... te la puedes quedar, tengo muchas. *Le sonríe amablemente*.

-No, pero es tu sudadera, no hace falta que me la regales.

-No, pero yo te la quiero regalar. Además te queda mejor que a mí.

*Ríen* -Esta bien, gracias por todo. Ahora si no te importa, estoy cansada y es tarde, preferiría dormir.

-Vale, pero... ¿Estarás bien? ¿Dónde duermes? Lo dice preocupado.

*Ríe* -Sí, estaré bien, no te preocupes. Lo dice mientras se va alejando. –Ah, y respecto a lo de tu amigo... Te ayudaré, un trato es un trato. Mañana aquí a las 6 p.m. ¿Te parece? Lo dice mientras se va acercando hacia los árboles.

-Sí, pero... Dame tu num... mero... Vale, ya te has ido, pues hasta mañana. Dice mientras se va despacio con una sonrisa de lado a lado en la cara.

Tocaremos la luna juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora