CAPÍTULO 9. NAVIDAD.

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Sarah
Y otro maldito día sin saber nada del idiota ... ¡Agh! Me saca de quicio. ¡Ya esta! Hasta aquí mi paciencia, le voy a hablar.
Yo: ¿Dónde te metes?
Borrar. Mejor algo como ...
Yo: Quedamos algún día de estos?
Borrar. Se me ve desesperada por favor.
Yo: ¡Oye!
Borrar. Sarah no seas estúpida ¿cómo le vas a poner eso a el famoso más guapo y sexy de la historia? Vale supongamos que no acabo de pensar eso porque ¡no es verdad! Marc es ... del montón, solo del montón. Vale a ver ...
Yo: Holaa, estas desaparecido. ¿Qué tal?
Y ... enviar. Vale, ya está, enviado. Espera ... no, no, no, no, no. ¿Cómo le he podido poner eso? Parezco tonta. ¿Y si está trabajando en elguna serie o película y por eso no me ha hablado? Joder ... se quedó como una auténtica tonta. Vale ... no pasa nada, lo voy a borrar y escribiré otra vez.
Antes de que me de tiempo de desbloquear el móvil para hacer lo anterior mencionado una notificación hace que suelte el móvil en la cama de un salto. ¿Y si es él que ya a visto el estúpido mensaje que le he puesto? ¡Qué vergüenza! No lo pienso dos veces y cojo el móvil, pero para mi sorpresa no es él, sino Luca.
Luca: Buenos días pequeñaja, ¿tienes algo que hacer hoy?
Yo: Buenos días loquito (emoticono riéndo) estoy libre y exclusiva para ti.
Luca: Envíame ubi que voy para alla.
Yo: Perfecto, nos vemos ahora (corazón azul)
Es increíble la facilidad que hay para hablar con este chico, y lo rápido que he cogido confianza. Sin duda seremos muy buenos amigos.
Paso otra tarde con él, contándonos cosas de nuestra vida y conociéndonos un poco más. Una pena que sea gay, ¡con lo bien que me trata y lo guapo que es! Pero bueno, que se le va a hacer ... Total, yo ya tengo a Ma ... ¡No! No he dicho nada, me tengo a mi misma y punto.
-¿Entonces qué salimos mañana o no? Regreso de mi mundo un poco desubicada, al parecer se da cuenta porque se molesta en volvérmelo a explicar con un tono divertido y de cansancio. -Al centro comercial mañana, que si vamos a comprarnos ropa y a ... no se ... vivir el momento.
-¿Eh? ¡Ah! Si, claro. Mañana centro comercial, apuntado. Muestro una sonrisa un poco forzada por lo que pregunta:
-¿Me vas a decir de una vez qué te pasa? Te veo ida y todavía no te conozco tanto para averiguarlo ...
Espera. Ya sé, es por el chico del que me mencionaste ayer ¿verdad?
-Si. Bajo la mirada sin saber que más decirle.
-Ey, ey, no me bajes la mirada por favor. Me coge la barabilla subiéndomela hacia arriba suavemente.
-Em ... Vale ... A ver ... Yo conocí a un chico y lleva dos semanas sin hablarme y ... bueno, supongo que esperaba que me hablase más y que dentro de algún tiempo pues pudiéramos ser ...
-Pareja. Termina por mi.
-Bueno ... no pareja, pero a lo mejor si amigos. Pero veo que me ha decepcionado y no me va a hablar más, en fin ...
-¿Tienes su número no?
-Si, per-
-Ni peros ni peras, ¡Háblale! Se ve de lejos la cara de ilusión y los ojitos que me pone para convencerme, pero no lo hará.
-¡No! Si no me ha hablado él ya es que no quiere nada conmigo y ya está. Lo acepto y punto.
-Pero te tendrá que dar alguna explicación, ¿no?
-Visto así ... me dejó tirada el día ... a lo mejor si necesito alguna explicación ...
-¡Bien! Vamos coge el móvil.
-Vale vale, voy. Me rio antes de sacarme el móvil del bolsillo. Cuando me meto en su chat veo la cara de sorpresa de Luca.
-Ui mira, se llama igual que el famoso buenorro de la serie esa de-
-Es él.
-Anda ya. Se rie pensando que es mentira lo que le he dicho, pero cuando ve que yo no me rio ...
-¡Venga ya! Joder ... si que es él, mira la foto de perfil. ¿Eres tonta o qué? Ya le deberías de haber hablado antes. ¡¡¡No se te puede ir este pedazo de buenorro y sexy !!!
-¡Sin quejas! Miro a todos lados comprobando que nadie nos mira, pero para mi mala suerte nos mira todo el local. No puedo evitar el reirme, siguiéndome Luca detrás. De tanto que nos reínos nos han terminado echando del restaurante, pero ha merecido la pena.
Ahora estamos sentados en unos banquitos cerca de un parque hablando de cualquier tontería menos de lo importante, pero ahora que lo pienso si quiero hablarle y que me explique esta desaparición, así que allí vamos.
-Oye, he decidido que voy a hablarle ahora.
-¡Esa es mi pequeñaja! Se pone de pie y se pone a bailar celebrándolo. Nos reímos los dos a carcajadas sin poder evitarlo.
-Anda ven loquito, ayúdame a decirle qué le pongo.
Marc: perdón por no contestarte antes y por desaparecer estas dos semanas, ¿podemos quedar y te lo explico?
Vale, no me esperaba este mensaje para nada, ¿por qué tengo que tener el móvil en silencio siempre? Tonta de mi. Espera, ahora que lo pienso ... ¡No borré el mensaje que le puse! Mierda.
-¡Pero si te ha hablado hace 5 minutos!
-Si, bueno ... se me olvidó que ayer le hablé.
-La cabeza en las nubes ... Nos reimos los dos. -Bueno, venga dile que estás ahora en el parque y que si puede venir.
-No no, hoy no. No te voy a dejar tirado.
-¿Y quién a dicho que me iba a quedar tirado? Yo voy con vosotros.
-¡¿What?! No no no no no no no no y no. Olvídate.
-Que si, venga vamos. Me quita el móvil de las manos escribiéndo algo que no alcanzo a ver. Intento cogerlo pero me saca casi dos cabezas así que es imposible. Cuando por fin me da el móvil para ver al mensaje que le he puesto casi se me salen los ojos de la cara.
Yo: No pasa nada guapo, ¿nos vemos en el parque dentro de media hora?
-¡Ya lo ha visto, ya lo ha visto!
-El guapo te lo podrías haber ahorrado. ¡Qué vergüenza! Le tiro el móvil a él, no quiero saber lo que me ha respondido. Me tapo los ojos con las manos y espero su respuesta impaciente.
-¡Ya ha respondido! ¿Lo ves? No ha sido para tanto. Le quito el móvil nerviosa por saber lo que me a puesto.
Marc: Voy para allá (corazón rojo)
Ffffff ... Vale no ha sido para tanto, pero ¿cómo le miro yo ahora a la cara sin ponerme roja? ¡Le ha puesto el imbécil este GUAPO!
Esperamos un tiempo más hasta que lo vemos aparecer. Está guapísimo con sus pantalones vaqueros negros, camisa blanca y gafas de sol negras. Sin hablar de los músculos que se le nota entre la camisa que le queda como un guante. ¡No! No he pensado eso ahora mismo! ¡No! No me gusta y es del montón. Ya estoy colorada y ni a llegado donde estamos. ¡Qué vergüenza!
-Holaa enanita. Tiene una risa maliciosa porque sabe perfectamente que no me gusta que me llame así, pero se lo dejo pasar porque sé que es una pelea perdida.
-Hola.
-Vale, sé que estás enfadada pero dejame expl- ¿quién es este?
-Ah, hola. Soy un amigo de Sarah, Luca. Le cede la mano para presentarse pero Marc tiene una expresión como de enfado y ni si quiera se molesta en cogerle la mano y presentarse. Solo de mirarlo de arriba a abajo y volver a centrarse en mi. ¡Cretino!
Miro a Luca de reojo y veo que no le ha dado ninguna importancia a lo que acaba de pasar por lo tanto lo voy a olvidar e ir a lo que venimos.
-Emm ... bueno eso. ¿Por qué ha desaparecido durante 2 semanas?
-Vale, si eso. Necesito que me escuches y no me interrumpas, por favor. Asiento con la cabeza mirándolo a los ojos. -Vale. Cuando llegué ese día después de dejarte a ti a mi casa, mi padre estaba muy enfadado. Porque nos tomaron muchas fotos y empezaron con los rumores de que éramos pareja. Mi padre me dijo que no podía hablar de mi para mal porque soy un personaje público e iba a perder todo mi trabajo. Me dio la opción de no quedar contigo durante un tiempo para que se olviden de nosotros y que no hablen más. Y ahora pues aquí estoy arriesgándome a que nos vuelvan a pillar. ¿Podemos ir a mi casa para ... hablar? Mira de reojo a Luca. -Solos.
Miro a Luca con el ceño fruncido.
-Si si, ya me voy. Se acerca a mi para darme un abrazo antes de irse.
-Suerte. Me susurra al oído, se separa de mi, me guiña un ojo y se.
-¿Nos vamos?
-Emm... si.
Llegamos a su casa al cabo de unos 10 minutos en su coche. Nos pasamos todo el viaje sin decir nada, él conduciendo y yo mirando hacia el horizonte sin saber qué decir y qué hacer. No era un silencio para nada incómodo pero si intenso. Me llegó un mensaje de Luca que me hizo reir.
Luca: está celoso de mi !!! me siento ahora mismo un pivón, JAJAJAJ.
Ahora estamos en el sofá tomándonos un chocolate caliente hablando de cosas estúpidas y pasándolo muy bien.
-Oye, ¡ya casi es Navidad y no tienes ni una decoración! ¿No vas a poner ninguna?
Vale si, se me ha olvidado el detalle de contarles en qué época del año estamos y todo eso, culpa mía lo admito. Ahora mismo es 23 de diciembre ¡casi Navidad! Este año he decidido tomarme un descanso de estudios y empezar en septiembre del año que viene alguna carrera, por eso no menciono todavía nada de estudios.
-No. Odio la Navidad.
-¡Cómo la vas a odiar! Eso no se puede odiar. Mi cara de sorpresa es tanto hasta que se echa a reir.
-Pues la odio. Nunca la he celebrado.
-¿Nunca te han traído ni un regalo ni nada de esas cosas? No me lo creo.
-Si me han traido regalos, pero nunca he tenido esa ilusión porque desde pequeño nunca me ha faltado de nada y me regalaban por regalar.
-¡Oh pobrecito! Noten mi ironía.
-Vale, si he sido un chico afortunado en esto del dinero. Pero nunca me ha importado tener mucho o poco.
-Pues este año lo voy a cambiar. Vamos a comprar adornos. Digo mientras dejo las tazas de chocolate a un lado y lo levanto de un brazo. -¡Vamos!
-No. Ni hablar.
-Porfiii, hazlo por mi. Lo pongo la mejor cara que tengo juntando las manos delante suya. Hay un silencio largo, y pierdo un poco la esperanza.
-¡Agh! Vaalee. No puedo decirle que no a esa carita. Pero con una condición.
-¡¿Cuál ?! Digo con mucho entusiasmo. -Hago lo que sea, de verdad.
-Que me ayudes a decorar la casa y que pases la Navidad aquí, conmigo.
Tengo que admitir que no esperaba lo segundo que me ha dicho, pero mi cuerpo se llena de felicidad al saber que ha pensado en mi y solo en mi.
-Con una condición.
-¡Eh! Yo ya te he dado una condición, no ne puedes poner otra. Dice divertido.
-Nuestro juego, nuestras reglas. Me suento orgullosa por no imponerme ante un famoso guapo, lo reconozco.
-Dime qué condición. Rueda los ojos con cansancio.
-Que venga también mi hermano, no quiero dejarlo solo con mi madre.
-¿Y tu madre? Se va a quedar sola, ¿no?
-¿Eh? ah ... no no ella ... se va con su hermana. Miento descaradamente. No tengo ganas de explicarle toda la historia.
-Si es asi ... hecho. Así nos ponemos al día, tenemos mucho de qué hablar.
-Pues ... ¡vamos a por los adornos! Voy hacia la puerta dando saltos de alegría, Marc me sigue riéndo de fondo.
Nos pegamos hasta las 9 de la noche comprando cosas, a Marc no se le veía muy ilusionado al principio, pero al ver mi felicidad supongo que se animó.
Cuando llegamos a su casa con un montón de bolsas no he podido evitar reirme por todo lo que le he hecho gastar.
-Lo siento.
-¿Por?
-Por hacerte gastar tanto. No debería de haber cogido tantas cosas pero es que cuando me emociono ...
-Prefiero gastarme el dinero en esto que en cualquier otra tontería. Prefiero verte feliz a ti. Me aparta un mechón de la cara tiernamente. Estamos muy cerca, y cada vez más. Ya no sé quien se está acercando o él o yo hasta que el sonido del timbre nos interrumpe y hace que nos separemos inmediatamente.
-¡Abre ya! Doy un salto por la impaciencia y agresividad del ser que esté en el otro lado de la puerta.
-Tranquila, seguro sea mi padre. Antes de abrir quiero advertirte que no va a decirme nada bueno, tú ni caso. Asiento con miedo sin saber qué mas decirme y me quedo ahí pasmada sin saber donde meterme mientras abre la puerta sin muchas ganas.
-¿¡Qué te dije !? ¡Que te alejaras de ella! Y tú coges y te vas a comprar tonterías de la navidad esta con esa pobre.
Veo como lo coge del cuello y lo estampa contra la puerta.
-No te atrevas a llamarla así, se llama Sarah. Y en poco tiempo se ha convertido en una persona muy especial en mi vida. Y lo sabes.
-¡Venga ya por favor! Si la acabas de conocer.
-Y no me hace falta más tiempo para darme cuenta la química que tenemos, y no la voy a dejar ir.
-¡Pero si es pobre! No puedes juntarte con ella.
-Sabes que el dinero nunca me ha importado, solo a ti.
-Sabes cual es mi dicho.
- <El dinero si da la felicidad> Veo como rueda los ojos. -Pero sabes perfectamente que no es cierto.
-Si es cierto. Sin dinero a ver quien te va a dar a ti la felicidad.
-¡SARAH! ¿¡Vale!? Sarah me da toda la felicidad que necesito, así que si me disculpas, tengo que montar un árbol con ella. Se acerca a mi y me coge de la cintura acercándome a él. Estoy en shock, no sé como reaccionar a todo esto que acaba de pasar. ¿¡Está rechazando a su padre y al dinero por mi !? Nunca nadie ha hecho nada parecido por mi ...

Tocaremos la luna juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora