Desde que estuvo con kuroo, aquella noche, en donde lo golpearon, continuo viendo al mayor, quien solía escribirle cuando tenía tiempo, e incluso cuando estaba ocupado, kageyama lo sabía.
Su rutina había estado cambiando, se arrepiente de haberle dicho a Kei que no lo dejara solo, ahora se da cuenta de su gran error, pero...no quiere seguir con esa relación, simplemente desea estar bien por mucho, mucho tiempo.
Sus salidas con kuroo fueron más frecuentes, sin duda alguna que un sentimiento crecía en su interior, sin embargo, aunque supiera lo que es, no está listo para una nueva relación, primero debe sanar y tener más amor.
Kei a estado molesto, muy molesto, kageyama lo ignora, e incluso a estado defendiendo se de los golpes que ha querido proporcionarle, pero no ha podido, esto le es molesto, incluso ha cambiado la cerradura, ya no puede ingresar, estuvo dos noches afuera de la casa de Tobio, esperando a que abriera pero no lo hizo, se enfermo en esas dos ocasiones, pero kageyama seguía ignorando lo y apartandolo, estaba comenzando a agitarse, kageyama no podía alejarse de él LE PERTENECE es SUYO, y de nadie más.
—¿Que quieres?—. Pregunto kageyama levantándose agarrando sus cosas, sus ojeras han desaparecido.
— Te acompañaré a casa—. Respondió dándose la vuelta —Apresurate —. Ordenó, lo mas calmado.
— No es necesario—. Comento tobio, Kei se giró y dijo:
—¡Te acompañaré!
—¡No! Es necesario, gracias. —. Tobio suspiro, Kei no se daría por vencido, así que no dijo nada más y comenzó a caminar, siendo perseguido por el de lentes.
Al salir de la preparatoria, kageyama agarró bien sus cosas y después miro al rubio y salió corriendo con todas sus fuerzas, con una gran sonrisa de satisfacción, sabía perfectamente que aunque Kei, le gane en altura, no lo puede vencer en una competencia, no le gana corriendo.
Y al llegar a su hogar sonrió aún más ampliamente y se adentro a su casa para ir a dormir y ser feliz.
Un nuevo día había comenzado y decidió quedarse en su cómoda cama, y pensó, dándose cuenta de que últimamente a estado bien, su cuerpo lleva varios días sin tener algún golpe, no duele, no se siente cansado, y el día anterior pudo lanzar muy bien la pelota, se sentía con más agilidad, mucha más flexibilidad. Todo gracias a qué kuroo ha estado insistiendo en que debe darse a respetar, debe tener más amor propio y defenderse, porque ese no es el Kageyama Tobio verdadero.
Comienza a darse cuenta de las cosas, la realidad es que simplemente acepto el hecho de estar con tsukishima, no le importa, si lo besa o lo fuerza, lo golpea, simplemente se había rendido, pero... Ahora es diferente, ahora quiere cambiar por alguien más, y por él mismo, lo que es más importante, las cosas van bien, no ha dejado que tsukishima lo golpee, ahora se defiende.
Cambio de teléfono, el que tenía lo dejo tirado por algún lugar, su cama se sentía tan bien, los mensajes de kuroo comenzaron a llegar, y su pecho comenzaba a acelerarse.
Sonrió suavemente y se sentó, agarró el móvil y después observó los mensajes, mientras los leía sonreía felizmente. Después de enviar algunas respuestas apagó el móvil y volvió a recostarse.
Muy bien, ahora su vida estará bien, tenía una cita con tetsuro, el iría a Tokio, así que comenzó a buscar la ropa que llevaría, pero antes se daría un baño.
Al terminar de secarse, tiró la toalla y se quedó desnudo, fue a buscar sus boxers nuevos, los que tenía para ocasiones ESPECIALES agarró un negro con azul, un pantalón negro y una camisa del mismo color, al igual que sus zapatos y calcetines, no desayuno, simplemente salió de su hogar.
