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Kageyama estaba muy inquieto

—Tsukishima.. Déjame

Kei tenía su mano en el bóxer de  kageyama y la otra le acariciaba el pezón, mientras dejaba besos en el cuello

—Duerme mi rey

—D-dejame

—Agamoslo — él rubio dejo de tocar el pezón y el miembro de  para tocar sus glúteos — te amo mi rey, tienes que hacerte cargo de lo que me has hecho —él rubio tenía un bulto en sus pantalones

— Déjame... — él azabache estaba sonrojado, se estaba dejando llevar pero...

Kei le había bajado el pantalón a kageyama y rozaba su miembro con el trasero del azabache

— Que me dejes te digo — kageyama se dio vuelta y como pudo le metió una patada en los huevos al rubio

—¡¡¡¡Ahhhhhh!!!! — él rubio se toco sus huevos y temblaba por el dolor — Quieres matar a tus hijos idiota

—¿Ah?

—Maldicion —la voz del rubio era temblorosa

—Maldito, te dije que me dejarás pero no me hiciste caso, callate quiero dormir — kageyama agarro las sabanas y se tapó

Kei aun se retorcía del dolor

—Me las vas apagar mi rey — kei aun seguía retorciéndose por el dolor — son tus...ahm duele....son tus hijos idiota

— Muerete ,ya callate no puedo dormir

Kageyama termino durmiéndose y él rubio lo observo por un rato,lo abrazo y se durmió. En la mañana él azabache se levanto y vio la hora en su celular

—Ya es tarde — susurro él rubio aun dormía —Me iré — cuando iba a bajarse de la camas unas manos le sujetaron a cintura y lo tumbaron en la cama

—¿Adonde vas mi rey?

—Ah, buenos...días tsukishima podrías quitarte tengo que irme es muy tarde

—Mi rey, ayer por tú culpa tuve que hacerme cargo de un gran problema

—Así, no me digas — kageyama estaba abajo de tsukishima y agarro la muñeca del rubio y sonrió nerviosamente

— Bañemonos juntos

—¡¡¡¿Ah?!!! No

—Callate y vamos a bañarnos — él rubio agarro a kageyama de su mentón y lo eso bruscamente

—No quiero — kageyama puso sus manos en el rostro del rubio alejándolo

—Dejame me lastimas — él rubio trataba de quitarse las manos del azabache

—Kei querido — la madre del rubio tocaba a la puerta —¿Estas ahí?

—Ah, si madre ¿Deseas algo? —kageyama y tsukishima dejaron de luchar

—Ya esta listo el desayuno, baja y dile a tú amigo que también baje a desayunar. Yo tengo trabajo así que ya me voy adiós

—Adios madre — él rubio volvió a ver a kageyama — vamos a bañarnos

—No

—Dije vamos, no te pregunte

—¡Maldito poste sueltame!

Al final kageyama se baño con tsukishima, bajaron al comedor la comida ya estaba servida así que solo fueron a sentarse, bueno kei si se sentó

—¿Que esperas? Sientate

Me perteneces Donde viven las historias. Descúbrelo ahora