Capítulo 10

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Interludio: El amante (Parte 2)

...

Habían llegado a sufrir.

Por casualidad, a través de una brecha en el conocimiento y un cambio en las circunstancias, los dos que se habían apoderado de mi corazón tan plenamente se vieron empujados al peligro.

No había sido un ataque directo dirigido contra ellos, uno del que ya se había defendido, sino un garrote contra el que eran meras colaterales. Un ataque a Orario, por una fuerza desconocida compuesta por monstruos, que buscaba destruirlo.

Habrían sido meras notas a pie de página. Números en papel. Vencimientos ignominiosos. Bóvedas de tesoros aún llenas, arte aún terminado, simplemente arrojadas al lado de la basura y los desperdicios. Nunca alcanzan su máximo potencial, nunca me enfrentan, nunca me prodigan con su amor incesante o me azotan con odio incesante.

Inaceptable.

Inadmisible.

Insufrible.

Sin embargo, aun sabiendo eso, reconociendo eso, no pude evitar estar agradecido por aquellos que intentaron hacerlo.

Por primera vez en siglos, la llama de la indignación y el odio hirvió dentro de mi pecho. Umbrage contra aquellos que se atrevieron a levantar la mano contra mi elegido. Quería la violencia por el bien de la violencia. Daño y masacre como respuesta en lugar de maniobras tímidas e inteligentes. Quería que aquellos que golpearon a Orario fueran encontrados y debilitados, mutilados y lisiados a mis pies.

Por golpear a quienes tenían mi corazón y mi alma en sus manos, por poner en peligro mi venerado sueño, solo podía permitirles perder la vida en mis propias manos. Tenerlos a mi merced, impotentes, lisiados, mutilados, medio muertos y ...

Me estabilicé. Me sostuve. La paciencia es la mejor de las virtudes. La eficacia y la fructificación iban de la mano. Aunque podría perderme en la agonía de la ira justa, sería impropio de mi parte inclinar mi mano tan rápidamente, especialmente después de que interfirí y di importancia a la alianza en ciernes de Loki, Dionysus, Hestia y Hécate.

Indudablemente cargará hacia adelante, sospechoso y paranoico, retrasándose y creando debilidades para atraer enemigos para un ataque oportuno. Si jugaba mi mano tan temprano, incluso para ayudarlo, invitaría su ira sin preparación, sin agudeza y cruda. No estaría ni cerca del momento que deseaba. La dicha que tanto anhelaba necesitaba que él fuera dominante, poderoso y con mi vida completa y absolutamente en sus manos. Tal deleite no podría ocurrir con él tan... experimentado insuficientemente.

Para tal resultado, estoy más que dispuesto a esperar. El acto de simplemente merodear y sondear combatió mis compulsiones. El peligro que presentaban era inmenso. Eran un crisol inexcusable que invitaba a demasiados desenlaces letales. Sin embargo, me recordé a mí mismo, que si bien los cambios y los anexos son posibles, el control total y absoluto es inalcanzable. Intentar comprenderlo todo es tan imposible como amarlo todo.

Así como se contrastarían entre sí con el amor y el odio, sabía que vendrán muchas veces cuando la liberación del control es necesaria para obtener el mejor resultado. El misterio tentador, el suspenso del fracaso en el precipicio del éxito y la necesidad de actuar cuando uno no podía ... todo estaba presente cuando fui testigo del caos que envolvió a Orario tan completamente hace unos días. Había odiado mi falta de información, casi tan enfurecido como lo había estado por la multitud de rechazos que me había dirigido hacía mucho tiempo, pero la alegría al escuchar sus victorias, contra monstruos desconocidos y los muchos poderes que ejercían ... Ha sido un momento de gran alivio.

Un nuevo comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora