──¿Estará bien?
──Sí, sólo necesitará algunos días de reposo.
No sabía dónde estaba, sus párpados estaban pesados, su cuerpo temblaba pero el cálido edredón que tenía encima le ayudaba. Intentó nuevamente abrir sus ojos pero éstos no respondían, otro intento y logró ver unas dos manchas grandes pues sus pupilas todavía no enfocaban, las voces no las reconocía pero sonaban preocupadas talvez era simple delirio pero volvió a cerrarlos, su cansancio era más.
Golpeó a el príncipe, nunca había golpeado a nadie en la cara nisiquera cuando peleaba con sus hermanos. Todo estaba en cámara lenta, observo cómo su hermano corría y empujaba a la gente para llegar a el, el se veía angustiado tenía una mueca de enojó una cuál no había visto nunca en su vida. El seguía inmovilizado, completamente paralizado todavía su cerebro estaba procesando sus actos; fue cuando vio a su hermano de cabellera negra parado frente a si, sonriendo como nunca. Y el ruido de los disparos se volvió a hacer presente.
Despertó, el sudor frío resbalaba por su frente e espalda, sus pupilas dilatadas eran la muestra de su miedo. Miró hacía arriba y fue que calló en cuenta que no estaba en el palacio donde ocurrió ese acto, si no que estaba en un pequeño cuarto de madera donde había otra persona.
──Lo lamento. ──Hablo una chica de cabellos castaños. ──No, no era mi intención despertarlo, pero soy algo torpe Jajaja...
Desvió la mirada y se dió cuenta que en el suelo se encontraban varios utensilios médicos de metal, luego miró sus manos y se destapó por completo. La mayor parte de su cuerpo repleto de vendas blancas, no tenía el traje si no un short negro y ya.
──Dejame llamar al doctor, para que te dé una pequeña revisión.
──¿Dónde éstoy?
──Estamos en la isla kesshō, naufragaste aquí y el jefe Karxer te trajo hasta el hospital. Pero el puede responder tus preguntas más tarde ya que no se encontra por aquí.
──Ah.. muchas gracias. ──Sonrió levemente.
Empezó a recordar, era cierto el salió corriendo del palacio después de lo sucedido con su hermano también de lo poco que recordaba era que subió a un barco y una gran ola apareció de allí en adelante todo estaba borroso. Unas pequeñas lágrimas se resbalaban por sus cachetes, ahora nuevamente estaba sólo en aquella habitación llorando por una de las personas que más a amado en su vida.
Alrededor de unos quince minutos pasaron para que llegarán la chica y lo que parecía una cabrá pero con características humanas, entraron a la habitación. El yacía algo aguitado aún pero ya podía hacer una plática "normal".
El doctor nisiquera pregunto e inicio con su revisión, tocó su cuerpo y le pregunto lo que le dolía y lo que no, el solo se limitaba a asentir con su cabeza. Este tardó unos seis minutos en terminar pero al final hablo, con una voz algo calmada e ronca.
──¿Disculpa pero como te llamas?
──Luffy... Monkey D Luffy.
──Mucho gustó luffy, yo soy Cameron y ella es lian. ──Apunto la cabra hacía la muchacha de cabellos castaños. ──Nosotros te hemos estado cuidando estos últimos días, el jefe Karxer fue el que te trajo aquí si no te lo a informado Lian.
──Cuanto tiempo llevo aquí...
──Dos semanas pero cambiemos el tema ¿Te gustaría algo de comer? Tenemos frutas y carne.
──Sí, si quiero.
──Bien entonces Lian podrías ir a informar a las cocineras, por favor.
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Mi omega destinado
FanfictionMonkey D Luffy Es un omega al que no le interesan los alfas ya que el quiere ser el rey pirata pero por azahares del destino lo encuentra después de golpear a un tenryuubito provocando varios eventos que desencaderaran grandes cambios en su forma de...