Capitulo 11

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( Notita importante abajo)

“ Ay, Diosito, no, por favor, no hoy"

Era una linda tarde en la preparatoria "Sea of shadows" si omitías los ladridos de un frustrado y pálido rubio y los gritos desesperados de un consternado y sudoroso pelirrosado, claro.

— ¡Carajo, Park, deja de moverte que pareces jodido gusano!— Bramó Yoongi estando arrodillado a un lado del pobre enclenque que trataba con todas sus fuerzas terminar la quinta lagartija.

— ¡E-es que es involuntario!— Chilló el intento de jugador fallido al borde del desmayo.

Juraba que si seguía así iba a terminar vomitando las tostadas francesas que hizo su mamá esa mañana.

Estaba empezando a ver manchas y sentirse mareado.

¿Hay algún caso de muerte por flexiones? Si no, alguien llame a los forenses porque él sería el primero.

Min frunció el ceño, sintiendo lentamente como el calor y furia latente subían por sus mejillas. — ¡¿Quién te dio permiso de hablar?

El más pequeño tensó aún más su pobre cuerpo, tratando de hacerse diminuto.— ¡P-perdón!— “Hazte bolita, hazte bolita, hazte bolita. ”

Jimin estaba apunto de ponerse a rezar por su vida y adoptar la forma de una tortuga que se escondía tras su caparazón si no fuera por un musculoso pelinegro que iba pasando por ahí con una tabla de anotaciones y una pluma.

— Relájate, Yoon.— Se oyó la resignada voz de Jungkook acercándose a la par que resoplaba y le daba unas palmaditas de consolación en la espalda a su Co-capitán no oficial.

Esos dos no dejaban de pelear desde que empezaron con el entrenamiento. Tanto así que Jeon comenzaba a pensar que su amigo había desarrollado un especie de fetiche por humillar al fideo de Park.

Yoongi bufó y le dedicó una mirada irritada al derrotado y jadeante jugador que se encontraba medio muerto en el centro del sucio césped.

Sentía como si necesitara un tanque de oxígeno y tres litros de agua

Jeon negó con la cabeza algo acostumbrado y fue a supervisar cómo iban los demás con los ejercicios que había impuesto hace una hora.

Nada del otro mundo, sólo un par de vueltas al campo, flexiones, sentadillas, abdominales frontales y laterales, planchas, y ejercicios con peso corporal.

Fácil...¿No?

De todas formas, ahora faltaban tan sólo diez días para la fecha del juicio final... Bueno, no el juicio final, final, pero sí el día en el que se decidiría su futuro.

Un futuro que se iba muy al caño cada que veía a uno de sus “deportistas” tratando de hacer una vil abdominal.

— ¡Juno, no fuerces el cuello!— Recomendó aproximándose al muchacho que en esos instantes parecía ser familiar perdido de los camellos de tanto que sacaba su pobre hueso cervical. Se agachó posando sus manos en el vientre ajeno.— La fuerza tiene que estar concentrada en el recto abdominal, también en los oblicuos y los profundos del torso.— Informó mirándolo a los ojos y aplastando con delicadeza el estómago del chico.— Así que no olvides tensar aquí cada que te levantes e intenta no presionar tu cuello.

— S-sí, capitán.— Asintió el mencionado en un tímido murmullo, evitando los iris del contrario a toda costa.

Jeon sonrió y dejó al chico seguir él solo.

Los Calienta bancas ▪Kookv▪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora