Capítulo 4

1.2K 166 39
                                    

"Soy moco sonado, soy moco sonado, soy moco sonado"

— No quiero.— Dijo un consternado Jungkook en medio de los pasillos.

Jieun y Yoongi, bueno, en realidad Jieun porque Yoongi estaba comiendo un emparedado, lo estaban arrastrando hacia su peor pesadilla.

— Me vale cinco kilos de mierda que no quieras, ese fue el trato.— Mencionó Jieun a la par que jalaba a Jungkook como si fuera un saco de papas.

¿Cómo diablos una chica de un metro con sesenta y cinco podía arrastrarlo a todas partes como si fuera un jodido muñeco?

Pensaba un enfurruñado Jungkook mientras Jieun estaba agradecida con el de arriba porque fuera tarde y los pasillos estuvieran vacíos.

Jeon frunció el entrecejo en desacuerdo.— P-pero.

Jieun bufó. Era como la décima vez que el gigante de su amigo decía eso.

— Pero nada, vas, o dejo de buscar a tu Running Back, tú decides.— Amenazó tentando a la suerte.

"Uy sí, hazte la idiota fingiendo que el tipo no te mandó al caño hace unas horas"

— Aah, me estás chantajeando.— Acusó el azabache señalando con su dedo a la pelinegra.

— Mmh, sí, lo hago. Ahora mueve tu cuadrado culo hacia allá si no quieres que Yoongi te lleve allá de una patada.— Dijo mientras le daba palmaditas en la espalda al pálido.

Cuando el rubio escuchó su nombre, dejó de comer y volteó a ver confundido a la chica.

— ¿A mí por qué me metes?— Cuestionó sin obtener respuesta.

Yoongi estaba tan concentrado en su comida que se acababa de dar cuenta que Jungkook estaba rezongando en el piso, siendo llevado y amenazado por Jieun.

"¿Pero qué mierda?"

No entendía nada de lo que estaba pasando, así que decidió seguir comiendo e ignorar la situación.

— Pero yo...

— Yoongi.— Llamó Jieun.

El pálido volteó a verla con un pedazo de lechuga colgando de sus labios, diciéndole con los ojos: "¿Qué traes o qué?"

Rápidamente tragó lo que tenía en la boca al ver la mirada de espera que le estaba brindando la chica.

Ah, sí, sí. Tenía que pegarle al conejo, ¿verdad?

Yoongi dejó de comer y se colocó enfrente de Jungkook, listo para darle la patada de su vida por...bueno, en realidad no sabía porqué, pero según Lee, tenía que darle una patada.

Cuando el rubio levantó la pierna para matar al pelinegro, Jungkook se levantó del piso como si este tuviera fuego.

— No, no. Ya voy, ya voy, qué impacientes.— Dijo Jungkook mientras se daba la vuelta y caminaba con una velocidad moderada hacia un salón.

¿No que no?

— ¿A dónde va?— Preguntó Yoongi, viendo como el azabache se dirigía a una puerta.

Jieun azotó la palma de su mano a su frente.

— Al club de ajedrez.— Respondió con resignación.

Cuando dijo eso la cara de Yoongi se iluminó y sonrió mostrando sus rosadas encías.

— Ah, es cierto.— Recordó para si mismo.— ¡Suerte, Kook, no olvides que tienes que sonar firme e interesante!— Exclamó con emoción.

Los Calienta bancas ▪Kookv▪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora