19. Quando la regina parla (Cuando La Reina Habla)

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Lo vi y escuché claramente, pero no me detuve, no después de haberlo visto compartiendo un beso con Adriano, sentia que mi corazón poco a poco se iba apagando. No quería sentirme de esa manera, si pudiera borrar esas imágenes de mi memoria lo haría, pero no, hay que aceptar la realidad.

-T-tommo, tu teléfono no ha dejado de sonar desde hace rato ¿no piensas contestar?- nuevamente Liam, decía con una voz lenta que casi podría jurar imperceptible para los oídos.

-De qué manera te tengo que decir que no voy a contestar- solo lo mire y regrese la vista a las calles de ya una oscura Inglaterra, fue el viaje más largo, no por la distancia, si no, porque sabía que había dejado la parte más grande de mi corazón en Italia, la pequeña parte que latía en mi, moría de a poco.

-P-pero, es que no me... No me quieres ni si quiera decir que es lo que pasó, la razón del por qué no quisiste hablar al final con Harry...-

-Ahora no-suspiré -no es el momento- el sonido del celular de Liam interrumpió la conversación. -Si es el, simplemente no le contestes- decía sin despegar la vista de la ventana.
-No... Es del asistente de la Reina- dijo casi con sorpresa, pocas veces había recibido llamadas de ese número. Lo mire mientras tomaba la llamada, su rostro en pánico

-Dios santo, jamás me acostumbrare a estas cosas- suspiró.
-¿Pasa algo?-
-No mucho o quizás todo... Elton, su asistente me dijo que la Reina desea entrevistarse con urgencia contigo, su tono fue serio-
-¿Elton serio? No, no lo hubiese esperado- dije irónico, Liam rodó los ojos.
-Más que en otras ocasiones, quise decir, pero en fin, la Reina te espera mañana en su sala de reuniones a primera hora- asentí, para regresar mi vista hacia el camino lleno de árboles que conducía a la casa de mi padre, el último lugar donde ahora quisiese estar, pero es tarde y mis ánimos quedaron en otro país, con cierto ojiverde.

-¿Estarás bien?- pregunto Liam
-Qué más da- dije elevando los hombros y entregándole una sonrisa sin gracia, para al fin salir del auto y entrar a la casa.
Mis pies se arrastraban, no podía creer que toda esa felicidad que sentí días atrás se esfumó, tal como el humo en el viento, sin sentir.

Al entrar a la casa un golpe más se posó sobre mi pisoteado corazón, era mi padre con Maríah, en una de las escenas más grotescas que haya podido imaginar. Se besaban de una manera descomunal, como si su vida dependiera de ello, las manos de mi padre tocaban su cuerpo sin inhibición alguna, a pesar de que el área donde lo habían era de uso común.

-Vaya, que gran espectáculo padre- dije en voz alta, dando un aplauso al término de la oración.
-Louis... Que sorpresa-
-¿Sorpresa? Si la sorpresa me la lleve yo viendo esta escena aquí, a usted, un señor distinguido que se jacta de ser honorable- los ojos de Maríah miraban al suelo.
-Por favor, Pequeño rubio, ya estamos grandes como para que vengas a reclamarme algo ¿no crees?-
-Oh, claro, no es reclamo, no podría hacerle eso señor- dije irónico.

-S-señor yo- interrumpió Maríah.
-Tu, tu no te preocupes, lamentablemente conozco al señor- mire a mi padre. -Y se perfectamente que si alguien es culpable, es el- camine hacia las escaleras, ante la mirada de mi padre y Maríah. Me dirigí hacia ellos. -Pueden continuar, si lo desean- seguí sin detenerme.

Entre a mi habitación, camine hacia la mesa donde se posaba la fotografía de mi madre, la tomé y con ella me acurruque en la cama, soltando todo el llanto y la frustración que estaba guardando desde la tarde.

✨ ✨ ✨

Mentiría si dijera que pude dormir solo un poco después de darme cuenta que prácticamente perdí a mi pequeño Blu, por algo que no propicie yo.

Love In the secret garden |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora