Solo, Seokjin tamborileaba con los dedos sobre el apoya brazos del sillón y miró a su alrededor con interés. Por alguna razón, lo que él esperaba de un centro de mando era más grande que lo que estaba viendo para ser una nave. Sin embargo, el espacio era como su dormitorio de invitados pero con menos muebles. Él sabía que la nave era inmensa por lo que vio de la bodega de carga y por el trayecto que hicieron para llegar hasta allí. Sin embargo, la única cosa que parecía faltar en la nave era otras personas, seres extraterrestres, o lo que fueran.
A pesar de su color de púrpura, se le hacía difícil pensar en él como un extraterrestre. Él emanaba demasiada testosterona igual que un hombre de la Tierra. Se le ocurrió pensar que debería estar más molesto por su actual situación quizás gritando histérico, pero la verdad después de la conmoción del intento de asesinato, la aventura espacial vino como una especie de alivio. Y es que nadie le echaría de menos, no tenía familia alguna a su cargo, esa era la razón por el que era una presa tan fácil para los hombres.
Trabajaba desde casa como programador y analista de web, por lo que no tenía compañeros de trabajo que se preguntasen donde estaba. En cuanto a los amigos, Ken se aseguró mantenerlo alejado de ellos... algo muy conveniente para los planes que tenía para él. Lo que realmente le molestaba no era su situación actual, era el hecho de que Ken probablemente habría atracado ya y estaría celebrando su muerte, gastando su dinero con alguna estupidez. Quería volver sólo para que poder matarlo él mismo.
Mientras tenía estos pensamientos de venganza, la preocupación más inmediata era su destino final. A pesar de que su captor lo amenazaba, no tenía la impresión de que fuera hacerle daño, incluso si seguía amenazándolo con matarlo o venderlo. Sus azotes en el culo habían picado, pero teniendo en cuenta su tamaño y fuerza era evidente, que se había contenido. No como algunos de sus anteriores novios que se habían vuelto violentos a la más mínima provocación. Sinceramente, no creo que me haga daño. Un pensamiento tonto basado en nada más que en su instinto, que en algunos casos había demostrado ser muy poco fiable en el pasado. Tengo una gran experiencia con hombres de ese tipo, si no están para joderme, están jodiéndome o tratando de golpearme o como la ultima vez, asesinarme.
Nunca se había enamorado de ninguno locamente, pero el dolor de la traición todavía le dolía. ¿Era mucho pedir que el hombre que me guste, me quiera como soy, así franco, directo, con curvas y todo lo demás? Tal vez debería de permitir que me vendiera como esclavo sexual, que fuera valioso para alguien aunque fuera un alienígena. Permitirse a sí mismo convertirse en una persona que da y recibe placer, además soy buena en eso. Podría convertirme en un cortesano de primera clase y tener un amo que me llene de regalos, era una fantasía interesante que incluía a alguien más.
Solo y con necesidad de hacer algo para entretenerse, se levanto de la silla y fue hasta el centro de control, o al menos eso suponía que era, dada la escasa decoración. A diferencia de las películas de Star Trek, no había un montón de luces ni, botones, sólo un espacio en la pared con unos dibujos, una silla y una gran ventana como una pantalla que no mostraba nada, ni siquiera su propio reflejo. ¡Que aburrido! Se apoyó en la pantalla y trató de mirar a través de él, preguntándose si tal vez lo verían desde fuera.
- "Consola de mando bloqueado. Por favor, hable para confirmar la identidad".
Seokjin retrocedió al oír la voz femenina que salió de la nada. Cuando no pasó nada y no apareció nadie, tocó ligeramente la pantalla con un dedo.
- "Consola de mando bloqueado. Por favor, hable para confirmar la identidad". Esto parecía ser obra de él. Una voz que activa el ordenador. Genial.
– "Um, hola, soy Seokjin".
– "La entrada de voz no es válida."
- "claro, ¿con que voz va a funcionar si no?"
Seokjin habló en voz alta, pero el equipo no respondió. Su secuestrador probablemente hubiera introducido su voz para que fuera valido solo para él. Frustrado y aburrido vagaba por la zona, tocando varios paneles donde encontró símbolos, algunos de los cuales hizo que el equipo diera el mismo mensaje, con algunos otros no hizo nada. También trató de encontrar la manera de abrir la puerta del ascensor, pero terminó pateando la pared y haciéndose daño en los dedos del pie.
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ΤΥΧΑΙΟ ΠΑΡΑΔΟΣΗ (Namjin)
أدب الهواةEsta historia no me pertenece. Adaptación sin fines de lucro.