CAPITULO 9

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Seokjin se paseó frente a la puerta de la nave, incapaz de estarse quieto, no hubo manera de poder entrar, la puerta no se abría, pero no quiso ir a buscar a Namjoon. No estaba inquieto por esa violencia que había presenciado, o el encuentro extraño con su hermano, pero ese beso ardiente que la había dado en público con esa extraña mirada en sus ojos lo confundió totalmente, la rodillas se le volvieron de gelatina, y en el momento que lo abrazo se olvidó de todo excepto de lo que se sentía al estar en sus brazos. Se preguntó si habría protestado si hubiera intentado ir más allá a la vista de todos, probablemente no dado el fuego que corrió por sus venas. Un pensamiento que lo dejo helado, pero no tanto como lo que temía que significaba. Ni siquiera me gusta, claro es muy sexy y uno no es de piedra, pero maldita sea, me quiere vender como un juguete sexual para algún pervertido.

Sin embargo, a sabiendas de todo esto, él disfrutaba de su presencia y ansiaba su toque. Una vez más, como un idiota, volvió a confiar en un hombre, a pesar de todas las señales que apuntaban que iba a hacerle daño. Y sólo él tendría la culpa, Nam dejo claras sus intenciones desde el principio, él era un estúpido por permitir que su corazón se involucrara. Le echó la culpa a su cuerpo y a su deseo loco por él, si pudiera saciar su inagotable sed en lo que a él se refería.

Hablando del diablo púrpura, él llegó, caminando por la pasarela, el ceño fruncido y sus labios en una línea tensa.

– "¿Por qué te quedas fuera de la nave?" - Ladró.

- "Probablemente porque no sé cómo entrar"

Pulso el panel al lado de su cabeza y la puerta se abrió, empezó a entrar cuando él lo detuvo.

- "¿No te olvidas de algo?"

Él se dio la vuelta y se mordió el labio mientras le devolvía el tenedor

- "Gracias."

Él se encogió de hombros, le dio la espalda y se dirigió hacia la nave.

- "Seokjin".

Él pronunció su nombre suavemente, y otra vez se detuvo para mirar hacia atrás. Él no podía leer la mirada de sus ojos claros con el ceño fruncido.

- "Estaré de vuelta pronto procura no meterte en problemas. "

Por alguna razón, él tuvo la impresión de que quería decir algo más. Asintió con la cabeza en respuesta, y no dejó caer los hombros hasta que la puerta se cerró. ¿Qué había esperado? ¿Que de repente lo cogiera en sus brazos y reanudar el beso de antes? El beso que parecía hablar de algo más que pasión, pero...

No, mejor ni siquiera pensarlo. A partir de ahora, era mejor si se mantenían alejados el uno del otro, bien lejos. Le llevo varios intentos pero finalmente llegó a la sala de mando. Se sentó en la silla y jugueteó con su cabello mientras esperaba a que Namjoon regresara.

- "Hey computadora, supongamos que tengo unos vídeos para ver", - Murmuró en voz

alta.

Para su sorpresa, la pantalla se iluminó, se inclinó hacia adelante y miro con gran atención cuando se dio cuenta que las imágenes eran en tiempo real del mercado al que acaban de ir. Desde su posición, estudió las distintas razas que pululaban por la zona, y esperando ver a Namjoon. Le llevo un tiempo, durante el cual observó una violencia casi cómica entre las diversas especies exóticas,

Namjoon finalmente apareció delante de un edificio con un color rojo brillante, con letras que él no podía leer, por allí había mujeres alienígenas que se acercaron a Namjoon. Molesto tamborileó con los dedos en el reposabrazos del sillón intentando adivinar lo que decían, algunas alienígenas se colgaron de cada brazo y apretaron sus numerosos pechos contra él, y él, el muy maldito, no hizo nada para alejarlas. Por el contrario, sonrió y le palmeó la mano a una. Echando humo, cruzó los brazos y se puso de lado en la silla para no ver nada más del comportamiento de las desvergonzadas, unos celos irracionales lo devoraban.

ΤΥΧΑΙΟ ΠΑΡΑΔΟΣΗ (Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora