CAPITULO 6

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Seokjin no estaba seguro de cómo terminó besándose con su pirata. Tampoco pensó más en ello después del primer toque abrasador. Él se había pasado el día aburrido e irritado, y todo era por que lo había dejado solo, y peor aún, caliente. Cada vez que pensaba en él, su cuerpo se tensaba y se estremecía. Incluso mientras se preparaba para tenderle una emboscada, la humedad inundó su trasero. ¿Quizás una parte de él sabía que su plan no podía tener éxito? Probablemente, pero lo había hecho de todos modos, una parte perversa de su mente tenía la esperanza de que la besara de nuevo y... Fingir disgusto por el vestido le resultó fácil, pero no por esa razón, pensó, recordó que tenía la intención de venderlo y se había cabreado y enfrió todo el placer que sintió por que le había comprado ropa, porque era ropa destinada a mostrar su cuerpo en la subasta.

Él lo besó, y presionó su cuerpo voluptuoso contra la dureza de su excitación que era evidente contra su vientre, y que a su vez avivó su propio libido. Cuando le soltó las manos, las pasó alrededor del cuello y deslizó los dedos por su pelo sedoso. Usó las manos para cogerlo de las nalgas y llevarlo hacia la cama. Sin embargo, en vez de echarlo sobre la cama, lo sentó en su regazo. Mantuvo los labios pegados a los suyos, él se retorcía contra su erección, que se apretaba contra su trasero, disfrutando de sus gemido. Sus lenguas se batieron en un duelo húmedo, el filo de sus dientes la rozaron haciéndolo estremecerse.

- "Ponte el vestido", - le ordenó con voz ronca. En medio de la pasión, logró murmurar:

– "No"

- "Doncel obstinado."

Una gran mano agarró la parte posterior de la cabeza y lo besó de nuevo con fuerza, mientras con la otra mano se deslizó hasta la camisa y recorrió la piel de su espalda. Al tener sus dedos en su cabello, disfrutó de la suavidad de su pelo y los gemidos que hacia cuando tiró de él. Una vez más, quito su boca de la de él y lo miro con ojos entrecerrados.

- "Te he dicho que te lo pongas, obedece mi orden terrícola. "

Él se fundió en su mirada luminosa, su estomago revoloteando por la pasión que podía ver en sus profundidades azules. Sus labios se curvaron en una sonrisa burlona.

- "Oblígame".

El desafío fue lanzado, y no perdió el tiempo y gritó cuando él se puso en acción. En cuestión de segundos, se encontró de espaldas con una de sus manos en su estómago, presionándolo hacia abajo, mientras que con la otra tiró de sus pantalones. Por mucho que le gustara como lo estaba tratando hacia ponerse más y más húmedo no cedería sin luchar, no cuando la lucha lo excitaba tanto. Además, si él fingía que lo había forzado, entonces su conciencia sobre abstenerse de los hombres podría permanecer libre. O al menos eso se dijo mientras intentaba retorcerse bajo su implacable agarre. Le llamo algunos nombres muy sonoros.

Agarrado a él no le pudo impedir que lo desnudara, literalmente le arrancó la ropa y lo vistió con el traje que era más adecuado para un burdel. Una vez que él lo había vestido, lo soltó y él saltó de la cama, no muy lejos sin embargo. Girando, se enfrentó a él con las manos en las caderas y el pecho agitado. El muy bruto se tumbó en la cama, con las manos debajo de la cabeza y lo miró con los ojos entrecerrados. Sus labios se curvaron en una sonrisa de satisfacción.

– "Date la vuelta despacito."

– "Que te jodan", respondió él, sus palabras y la postura desafiante podría sugerir una cosa, pero el latido entre sus muslos y sus pezones duros decían otra.

- "Descarado, terrícola, ¿puedes bailar para mí? Inclínate hacia delante y enséñame el culo y menéalo bien para mí. "

Él arqueó una ceja, arrogante, su agujero estaba mojado y su canal temblaba de excitación.

ΤΥΧΑΙΟ ΠΑΡΑΔΟΣΗ (Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora