CAPITULO 11

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Namjoon maldijo el tiempo que tardó en poner a punto la nave para salir. Aprovechó esos momentos para imaginar cómo iba a torturar a los tres bastardos que se habían atrevido a enfrentarse a él. Por supuesto, que él tenía la culpa de que lo hubieran cogido con la guardia baja, por estar distraído con un amante. Localizarlos le resultó fácil una vez que se puso tras la pista. El traductor de Seokjin tenía un dispositivo de seguimiento, había sido una actualización costosa que había adquirido para un proyecto. Su nave siguió la señal, mientras se preparó concienzudamente y se dispuso a desatar una guerra, nadie jugaba con él y vivía para contarlo.

Cuando entró dentro del alcance del radar, activó el dispositivo de camuflaje. Otro juguete caro, pero el dinero dejó de ser un problema hacía mucho tiempo. Su nave era más grande que en la que estaba secuestrado Seokjin. Se dirigió a la cubierta inferior, no donde estaban los secuestradores, entró en otra sección más pequeña, especialmente construida para embarcaciones espaciales. Pulso las claves correctas en la consola de la zona de embarque, y bajó un tubo de metal. Se conecto a la superficie de la nave sin hacer el menor ruido.

Namjoon apoyó los pies sobre la escotilla, que se abrió con un siseo y se dejó caer dentro hizo un corte por láser en el metal y tan pronto como la pieza cayo, y le facilitó la entrada, siguió adelante, sacando los cuchillos. En el espacio, había que estar loco para utilizar las armas dentro de una nave, pues podrían perforarla en áreas vitales. Por lo general, él era una de esas persona loca, pero ahora tenía que garantizar la seguridad de Seokjin.

Entró en la bodega de carga que contenía mercancía robada pero no había nada con el valor para suficiente. Una pena. Un análisis de la nave por su equipo le mostró que sólo había seis formas de vida a bordo... Seokjin, más cinco idiotas. Una cantidad ínfima. Los dos primeros estaban en el puente, ajenos a la nave anclada por encima de ellos. Les cortó la garganta antes de que pudieran dar la alarma, limpió los cuchillos en sus cuerpos, y apresuro a buscar habitación por habitación.

Un tripulante salió de un camarote y logró gritar antes de que Namjoon le clavara la daga y lo rajara de arriba abajo. Una rabia fría lo llevó a cazar a los dos restantes, encontró al bélco fuera con la puerta abierta, mirando algo con entusiasmo. Namjoon oyó una voz murmurando y a alguien siendo golpeado. Namjoon fue por detrás del guardia despistado y le clavo dos puñales en la espalda, usándolos para levantarlo y mover al matón que gorgoteo por el camino.

Namjoon se quedó en la puerta, y su furia aumento considerablemente. El mecánico de tres brazos, que debería haber sabido mejor que nadie que no se jugaba con él, estaba golpeando a Seokjin, quien colgaba todo magullado y ensangrentado de unas esposas. Captó la mitad de una frase

- "¡Ah sí!, ¡bastardo engreído! Estas equivocado ", - murmuró. - "A Namjoon no le importa lo que hagas conmigo".

Sus palabras lo golpearon como un puñetazo en el estomago.

– "¡Mentira! ", - escupió el alienígena, sus bocas se movían descontroladas babeando de lujuria. – "Él nunca había visto una mujer o doncel fuera de un burdel. Debes significar algo para él, y yo voy a destrozarte y él no podrá hacer nada al respecto."

- "Eso es lo que tú crees "- dijo Namjoon, más enojado de lo que recordaba haber estado nunca

No necesitaba sus cuchillos para hacer esto, así que los enfundó mientras corría hacia el alienígena, era la venganza personificada. El mecánico gruñó mientras sacaba un cuchillo y se abalanzaba sobre él. Namjoon lo esquivo le atrapó la muñeca y se la torció hasta que soltó el cuchillo, la presión hizo que el hueso se rompiera y el alienígena empezó a gritar y a llorar. Pero Namjoon no tuvo piedad, agarró el tercer brazo y lo partió, también. El alienígena se derrumbó gritando, los gritos irritaron a Namjoon, que le dio una patada en la cabeza, dejándolo inconsciente. Luego se volvió para mirar a su humano y Seokjin, lo miraba boquiabierto.

ΤΥΧΑΙΟ ΠΑΡΑΔΟΣΗ (Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora