7. Despierto

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¿Jungkook? ¿Dónde vas?

El pelinegro la miró con ojos grandes y subió el cierre de su gran suéter negro antes de tomar el balón junto al sofá.

Estaré jugando un rato en el jardín.

La señora Jeon no parecía muy convencida de que su hijo saliera de casa, hacía bastante frío afuera y temía que se enfermara.

Jungkook...

¡Me pondré la bufanda! Así el aire frío no entrará a mi nariz.

Corrió hasta adentrarse en su habitación y se acomodó la bufanda de manera que cubriera su nariz y su boca, lo único que se veía eran sus brillantes ojos. Llegó de nuevo hasta donde estaba su madre y sonrió.

Listo, ¿ahora si puedo salir?

Divertida, la mujer abrió la puerta y le dio unos golpecitos en la espalda incitándolo a salir, Jungkook estaba bastante emocionado ante el hecho de que tras tres días encerrado por la tormenta finalmente podría salir a jugar.

—Cuídate mucho Jungkook —su hijo asintió—. Estaré en la cocina preparando la cena, recuerda que vendrán tus abuelos esta noche.

Navidad era su época favorita del año, le entusiasmaba despertar y ver los regalos que sus padres le preparaban debajo de un árbol. Bastante contento comenzó a jugar con la pelota. Tenía frío, si, pero también tenía muchas ganas de divertirse y aún si se estuviera congelando el mundo nada lo detendría.

Pasó un buen rato corriendo entre la nieve y pasando el balón sobre una pequeña red que su padre le había puesto entre dos árboles, cuando de pronto miró un par de rasgados ojos azules observarlo desde el otro lado de la cerca. Curioso, Jungkook caminó hasta allí y miró al niño de cabello azabache con una ceja alzada.

—¿Cómo te llamas? —Preguntó, abrazando su balón.

—Jimin, ¿y tú?

—Jungkook, ¿quieres jugar conmigo?

El más bajo parecía un poco avergonzado pero tras pensarlo unos cuantos segundos terminó asintiendo, brinco la cerca con una sorprendente agilidad y cayó de pie sobre la nieve. Tenía nariz pequeña, mejillas gorditas y labios carnosos, a Jungkook le pareció tierno. Su delgado cuerpo estaba cubierto con un gran suéter color azul marino y un pantalón de algodón color gris. Ambos corrieron hasta donde se encontraba la red y comenzaron a jugar.


[...]


Jungkook abrió los ojos cuando escuchó sonar la campana que anunciaba el final de las clases, había dormido durante todo el módulo y ahora se encontraba con un leve dolor de cabeza, su cuerpo pedía a gritos descansar adecuadamente.

Mientras guardaba sus cosas pensó en el sueño que acababa de tener, a diferencia de otras veces esta no era una pesadilla, de hecho había sido bastante agradable. Recordaba perfectamente el rostro del pequeño llamado Jimin, estaba seguro de que era el mismo niño de la foto que encontró en el álbum, ¿es que acaso se conocieron antes y no lo recordaba? Bueno, no le extrañaría si ese fuera el caso, no recordaba gran parte de su infancia.

Tomó su mochila dispuesto a salir del aula, pero antes de que diera un paso más otra nota cayó, esta vez de la mesa tras él. La tomó entre sus manos y la desdoblo.

"El mundo puede derrumbarse mientras dormimos, es mejor mantenerte despierto ¿no?"

Atte: Mimi

Atte: Mimi

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