9. Recordando

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-¡Gané!

Jimin miró con un ceño muy fruncido al castaño, quien le restregaba su victoria en la cara.

-Fue porque te dejé ganar- cruzó ambos brazos sobre su pecho y desvió su mirada a la ventana.

-Si claro, pude notar lo frustrado que estabas. No sabes mentir.

La lluvia azotaba contra su ventana y como casi siempre sucedía, la niebla impedía tener una visión clara del jardín. Ambos estaban en la habitación de Jungkook jugando videojuegos luego de comer unas papas fritas que la señora Jeon les preparó.

Jimin agradecía todas las atenciones que los padres de su mejor amigo tenían con él, sus progenitores estaban ocupados ahogándose en botellas de alcohol, no tenían tiempo para ocuparse de su único hijo.

Jungkook sonreía amplio notando la clara molestia en Jimin, el más bajo lo miró con ojos grandes y brillantes, como si acabara de descubrir algo maravilloso.

-Tu sonrisa es un sol.

Los ojos del castaño lo miraron con cariño, Jimin era muy bonito y Jungkook se lo recordaba cada que se le daba la oportunidad, así que respondió:

-Y tus ojos son el cielo.

Porque el azul del cielo a Jungkook le daba calma, mirar los ojos de Jimin también. Siempre lo describía como un ángel.

-Jimin, ¿puedo hacer algo?

Confundido, el chico asintió. Su mejor amigo parecía estar teniendo una lucha interna, no tenía idea de lo que se trataba.

-Claro.

-Bien...

La distancia entre ambos de un momento a otro se volvió inexistente, Jungkook tomó la barbilla de Jimin y acercó sus labios a los suyos, los ojos del pelinegro estaban muy abiertos, expectantes a lo que Jungkook haría. El antes mencionado cerró sus ojos con fuerza y plantó un rápido beso en sus gruesos labios, el calor subió hasta su rostro y se apartó rápido.

-¿Q-Qué fue eso?

Jimin seguía sorprendido por lo que acababa de pasar, sus mejillas también adquirieron un leve rubor y tenía la boca entreabierta.

-Un beso, me gustas.

Y entonces, Jimin sonrió, porque al parecer él sentía lo mismo.

[...]

Abrió los ojos de golpe quedando con su vista fija en el techo de su habitación, ¿era acaso uno de sus recuerdos perdidos? Supuso que sí, su corazón latía fuertemente y continuaba con ese sentimiento de nostalgia. Él había besado a Jimin, eso quería decir que quizá fueron algo más que amigos.

En su mente se repetían una y otra vez aquellas palabras: "tu sonrisa es un sol, y tus ojos son el cielo" era la misma frase que tenía una de las tantas notas que había recibido, la incertidumbre se hacía cada vez más grande.

Eran las 4:30 am y supuso que después de dar tantas vueltas sobre la cama, en algún punto había logrado conciliar el sueño. Bostezo y se tumbó de nuevo boca arriba, cubrió su rostro con ambas manos y de nuevo cerró los ojos.

-Veo que estás recordando...

-Veo que estás recordando

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