7. UNA AYUDITA.

992 143 58
                                    

Al ingresar ambos al hogar, Hyuyeong automáticamente se quitó su abrigo que llevaba puesto, exponiendo su gran y marcado cuerpo, vistiendo con un top ajustado color rojo y unos jeans tiro bajo.

Fue obvio que Jeongin no pudo evitar sorprenderse, más aún así, no miró demasiado. De alguna manera pensó que todavía era temprano para fijarse en ello.

Claro está, la peli rubia tenía otros planes en mente, y había ido allí con una sola intención:

Hyuyeong quería acostarse con el peli negro.

Era sumamente loco, aunque no tanto, más Yang le había llamado la atención desde la primera vez que había hablado con él. Y como todo adolescente con ganas, la más chica quería poder disfrutar de besos y caricias junto a él.

Lamentablemente, Jeongin era demasiado inocente para poder darse cuenta de ello, por no decir estúpido. Y eso se fue notando a medida que transcurría su velada.

En un primer momento, Hyuyeong intentó posar su mano en la pierna del otro mientras miraban una película, más Yang creyó que lo estaba llamando para preguntarle algo, por lo que tuvo que mentirle, a fin de no quedar tonta.

Luego, fingió tener frío, tomando del brazo de Jeongin, pero este fue a buscarle una campera de su armario, a fin de que estuviera abrigada.

Finalmente, la peli rubia intentó apoyar su cabeza en el hombro de Jeongin, pero este automáticamente le preguntó si estaba muy cansada, agregando que no tenía problema en que salieran en otro momento. Sin embargo, Hyuyeong no pensaba rendirse todavía.

"No estoy tan cansada..." habló en un tono bajo y seductor, el cual hizo que el peli negro le prestase tención. "Pero sí me gustaría poder hacer otra cosa... La película ya me aburrió." comentó sonriendo con inocencia, contagiándole esa actitud al otro. La inocencia, claro.

"Mmm, qué te gustaría hacer?"

Jeongin cuestionó entusiasmado, pensando en un montón de opciones totalmente opuestas, como jugar juegos de mesa, o hacer karaoke, sintiéndose bien por tener varias ideas en ese momento.

Sólo que Hyuyeong terminó por acercársele lentamente, y a continuación procedió a besar sus labios con ganas, mordiendo el inferior de Jeongin.

Este se quedó helado por un momento, más luego movió los suyos, de alguna manera formando una especie de beso. 

Lamentablemente, una vez que la otra lo tomó del cuello con ambas manos, Yang no supo donde ubicar sus brazos. 

Debería tocar su cintura? O tan sólo su espalda?

Diablos. Esto le era difícil. 

Y, para su mala suerte, Hyuyeong continuaba acelerando las cosas, ahora acercándose más a él en el sillón en el que se encontraban; Yang tan sólo deseaba una sola cosa.

Y ese deseo se cumplió.

Minho apareció en la escalera mirándolos sonriente, y carraspeó su garganta, interrumpiéndolos. 

Pero Jeongin se sintió a salvo por ello. No estaba listo para seguir avanzando.

"Buenas." habló tranquilo, descendiendo por los escalones, notando la incomodidad de Hyuyeong pero extrañándose por la alegría de Jeongin, quién lo miraba fijo desde su aparición. "No sabía que estaban aquí... No hubiera bajado." agregó de buen humor, más siendo cargoso al respecto. 

"Ah... Minho, ella es Hyuyeong... Hyuyeong, este es mi hermano, Minho." Jeongin los presentó, y Hyuyeong lo saludó con una amable sonrisa, más sintiéndose un tanto molesta por su intromisión.

𝐈 𝐇𝐀𝐓𝐄 𝐘𝐎𝐔, 𝐇𝐘𝐔𝐍𝐆 | 𝐦𝐢𝐧𝐣𝐞𝐨𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora