♡' - Capítulo 6

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— Demonios

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— Demonios.

Comenzó a dar vueltas por toda la habitación. Con nerviosismo empezó a revisar por los cajones y el armario en busca de alguna botella ahí.

Había estado aguantando las ganas de orinar casi un día. No había querido salir desde que lloró frente a esos tres. Él no era de llorar, o de ponerse muy sentimental, nada de eso era una pizca de lo que quería ser. No era normal que hiciera esas cosas.

Había tenido la idea de que al no salir, al menos mantendría una parte de su orgullo intacta, o eso suponía él.

No, Minho no pensaba que por llorar alguien es débil, es solo que la vergüenza y el pánico no evitan apoderarse de él cuando las personas se centran en lo que hace.

Cuando llora, hay personas que se preocupan por él, siempre que alguien se preocupa le pone especial atención a esa persona, pero Minho no quería eso, solo le hacía llorar más.

— Aquí— Se acercó hasta una mesita al otro lado de la cama para alcanzar una botella de gaseosas. No habría problema si empezaba a hacer sus necesidades en una botella, ¿no? es mucho mejor que orinarse en una habitación que no es suya.

Puso la botella lo más alejada de las cosas y empezó a bajarse los pantalones. Primero se aguantó un poco para asegurarse de que nadie pasaba por afuera. No quería que una persona escuchara el sonido, seguro empezarían a tocar y debería inventar alguna excusa sobre eso.

Una vez estuvo seguro de que no había nadie, lo dejó ir junto a un largo suspiro de satisfacción.

—Ah... por fin.

Se subió el pantalón de nuevo. Pensó en volver a la cama y jugar con su celular, pero no podía dejar ahí la botella.

Se le había olvidado pensar en eso.

— Agh, ahora qué hago contigo, no quiero que empiece a oler todo el maldito cuarto.

Tomó asiento en la cama, ya no tenía escapatoria, el universo había hecho alguna brujería y lo obligaría a salir de ahí.

Tenía hambre, sed, debía tirar eso e incluso sentía que le estaba por dar diarrea.

El universo le pedía a gritos que saliera.

— Bien, solo será un rato— Se levantó y agarró la botella, todo con una cara de asco.

Abrió apenas unos centímetros la puerta, para luego abrirla por completo.

Miró a sus costados continuamente, tratando de recordar por cuál camino era el baño.

Quizá era la derecha.

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'♡ - Too soft'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora