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En la casa de los Midoriya se podía ver a Inko preparando el hogar para cuando su hijo llegara de la tan famosa academia UA.

Ella quería que su hijo le diera al menos, un nieto, pero cuando Izuku le contó que el amaba a Katsuki y que estaba saliendo con el hijo de su mejor amiga Mitsuki, se puso muy contenta. Puede ser que no llegara a tener nietos biológicos, aunque eso no se sabe, por qué hoy en día había una gran variedad de quirks, y eso no excluía la posibilidad de que existiera alguno que permitiera a los hombres y mujeres infértiles la posibilidad de tener un bebe.

Pero también existía la posibilidad de adoptar.

Cuándo la mujer terminó de arreglar el apartamento en el que vivía, se dispuso a esperar a que su hijo llegara.

Inko encendió la tele y puso el canal de noticias.

Antes de haberse puesto a ordenar el piso se quedó un rato viendo las noticias, por qué, al parecer, había un nuevo villano y su quirk era hacer que la gente (hombres más preferiblemente) experimente lo que llaman celo, aunque solo pase en los animales este hombre tiene la capacidad de hacer que suceda en los humanos.

Además de que,si la víctima del quirk es hombre, se le generan unos ovarios dentro de su cuerpo que puede hacer que pueda generar un feto, si se tiene sexo.

Inko estaba preocupada, ¿que pasa si ese villano intercepta a su hijo?.

La mujer absorta en sus pensamientos no se percató de que habían llamado a la puerta.

Caminó hacia la puerta de entrada, y al abrir vio a su hijo todo rojo, con un poco de sudor recorriendole la frente.

-hola mamá- dijo Izuku.

-¿¡Qué te ha pasado?!- le siguió Inko preocupada.

-iba por la calle y un chico me tocó el hombro y salió corriendo, 2 minutos después empezé a sentir calor, y la necesidad de tener algo dentro- lo último lo dijo más rojo, si era posible.

Al decir eso se dirigió hacia la cocina a por un vaso de agua, al pasar al lado de su madre, esta se quedó congelada.

-¡oh dios mío!¡Izuku te chorrea el trasero!-

-¡QUE!- cuando escuchó a la señora Midoriya corrió hacia un espejo de cuerpo entero y se dió la vuelta, efectivamente, tenía la parte del trasero cómo si le hubieran lanzado un balde de agua.

-sabes qué mamá-

-dime Izuku-

-mejor me voy a dar un baño-

-ok, cuando salgas tendrás la cena preparada-

Izuku se dirigió hacia el baño, entró, cerró la puerta, y se dispuso a ver que era lo que tenía en el pompis.

Al bajarse el boxer pudo ver una sustancias viscosa, la cual se había pegado al boxer y al retirarla formaba un pequeño hilo de esa viscosidad.

Al meterse en la bañera, sintió un escalofrío cubrir su cuerpo, ya que había puesto el agua un poco fría para que se le fuera el calor que salió de la nada.

De repente le empezó a doler mucho por la parte baja del abdomen, era cómo si le estuviera creciendo algo dentro, era un dolor insoportable, el cual paró pasados unos minutos.

El pecoso lo único que se podía preguntar era que le había pasado y por qué estaba en esa condición

Nadie Sabe Lo Que Tiene Hasta Que Lo PierdeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora