Fifteen

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Jungkook

El pisoteo de cientos de pies sacudió la estructura de las paredes de la habitación de retención en el sótano del Calabozo mientras la lucha de Taehyung tenía lugar. Estaba saltando la cuerda, calentando mi cuerpo para mi pelea, cuando un enorme clamor me hizo mirar hacia la puerta. Salté más duro, esperando a que Viktor viniera y me dijera que había ganado. 

No tuve que esperar mucho tiempo. Minutos después, Viktor vino, sus ojos hacia abajo.

—Taehyung ganó. —Fue todo lo que dijo, pero por el tinte verde en su rostro, pude ver que Taehyung había hecho más que matar. Había jugado y jugado con su oponente una vez más.


Probablemente le rebanó con su daga, pero de una manera que le impidió respirar hasta el último golpe. Taehyung fue "El Carnicero" después de todo.

Viktor se acercó al cuenco en el borde de la habitación y se echó agua en la cara, luego se paró frente a mí. —Di un vistazo a Minyoongi. Conseguí algunas estadísticas.
Mantuve mis ojos en Viktor, pero no paré mi calentamiento. —Es de Corea, nuevo esta temporada para lo clandestino. Pero nunca ha perdido un partido. Es despiadado, tiene debilidades mínimas. Tiene cerca de diez kilos más que tú y alrededor de diez centímetros de altura.

Formé una imagen de Minyoongi en mi mente, visualizando derribarlo. —¿Arma? —pregunté.

—Un cuchillo negro —respondió Viktor.

Dejé de saltar.

Congelándome, le pregunté:—¿Es de la prisión en la que estuve?

Viktor asintió. —Sí. Vi uno de los entrenadores de uno de la prisión de la Costa Oeste. Es uno de sus boxeadores. Ellos lo han traído. Lo ingresaron en los concursos clandestinos de todo el país. —Viktor me entregó una botella de agua e hizo un gesto para que bebiera—. Vas a tener que ser inteligente con éste, Jk. Es rápido. Invicto. Tú también. Pero esta noche, uno de ustedes va a estar muerto.

Un golpe llamó a la puerta, y las conocidas palabras: —¡Tu turno! —se gritaron a través de la madera.

Me quité la camiseta y me puse mis puños americanos, unté bajo mis ojos con Negro de Ojos, dejando la rabia caliente llenar mis músculos mientras me preparaba para la lucha por delante.

Oí el ruido de la multitud crecer más fuerte, diciéndome que Minyoongi había entrado en la jaula. Viktor abrió la puerta y me llevó hacia el oscuro pasillo. Vislumbré a Taehyung en su sala de espera, un hombre mayor dándole una palmada en el pecho cubierto de sangre, felicitándolo. Se parecía a él. Simplemente supe que el gilipollas era su padre. Se veía tan jodidamente malvado como Taehyung.

El pasillo estaba húmedo, lleno del olor a muerte y rastros de sangre de los combatientes anteriores. Podía escuchar mi respiración en los oídos incluso por encima del rugido de la multitud, y luego escuché algo más... el llamado de mi nombre. —¡Raze!

Miré a un lado a la apertura a otro pasillo. Kisa se quedó en las sombras. Viktor se detuvo y levantó la ceja. Sin hacerle caso, corrí hacia un lado y de inmediato levanté a Kisa en mis brazos y la empujé contra la pared.

Los ojos azules de Kisa se nublaron a medida que mi pecho presionó contra el suyo, y me incliné hacia delante para pasar mi nariz por su mejilla. —Kisa... —murmuré mientras las manos de Kisa jugaron con mi pelo.

Sus palmas se deslizaron por mis mejillas, y tirando de mi boca a la suya, apretó sus labios con los míos. Gruñendo en su boca húmeda, empujé mi lengua dentro hasta que se encontró con la de ella. Las tetas de Kisa se endurecieron contra mi piel desnuda.

Amor de invierno -JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora