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¡Ya!

La mente de Harry dejó de funcionar con esa palabra, sus piernas fueron las que pensaron por el.

Toda la impotencia que le había generado esa semana, todos los cambios de humor y todos los ataques de ira salieron a la luz. Harry era realmente rápido, y eso era algo que todos sabían, pero esta vez había algo nuevo en él. Un nuevo amor y una nueva carga ,que lo impulsaban hacia la meta.

Su mirada se nublaba y los oídos le zumbaban entre los gritos de la gente. Trató de ignorarlo todo y correr cada vez más rápido,dejando atrás a los otros corredores.

Segundos después, calló de cara al suelo. Sé quedó tumbado, con las rodillas llenas de sangre, pero feliz.

Había ganado.

Las gradas gritaban alegremente su nombre, mientras el trataba de levantarse con la ayuda del juez.

Cuando ya estaba equilibrado, buscó frenéticamente a Louis con la mirada. Buscó por la pista, nada. Buscó en las gradas,nada. Hasta se le ocurrió buscar en la carpa de jueces, pero el ojiazul no se encontraba en la pista.

Sin que le importara la otra gente, continuó buscándolo con la mirada, cada vez más angustiado.

Una de las juezas lo agarró del hombro y lo llevó al medio de la pista. Harry rindió su búsqueda y hizo caso a las indicaciones de los jueces.

-Bien, todavía quedan varias horas para la entrega de premios. Mientras transcurren otras pruebas debéis estar en el recinto de la pista, podéis ir a la cafetería que está justo en la entrada, pero nada más.- explicó la jueza a los atletas que acababan de correr.

Harry asintió, ya sintiéndose ganador.

Cuando acabó la pequeña charla el rizado decidió ir a ver a su hermana y su madre. Pero en el camino escuchó como alguien gritaba su nombre desde la verja de fuera.

-¡Harry! ¡Harry! ¡Pingüino!- era Alan. Y también estaba Amy.

Harry se acercó a él.

-¿Que hacéis fuera? ¿No habíais venido a verme?

-Exacto, pero un juez nos echó porque Alan hizo que explotara una botella de refresco. Le dio a una niña en toda la cara.— explicó Amy.

Harry rió.

-De todas formas te pudimos ver. ¡ESTUVISTE INCREÍBLE!— gritó Alan.

-Gracias, pero , era mi obligación ganar.

-No te hagas el modesto anda. Nosotros tenemos que irnos ¿Sabes? Nos han contratado para ser camareros del Mary's Coffe.

-Eso es genial, espero que estéis bien chicos. Os quiero.— sonrió Harry,mientras se alejaba.

-¡Harry espera! - gritó Alan, haciendo que Harry se diera la vuelta.- ¿Ese que se está yendo no es tu entrenador? ¿No se queda hasta los premios?

Un coche negro estaba dejando el aparcamiento. Dentro, Louis y... la chica de antes, con la que estaba hablando. Pero ambos estaban llorando.

Harry sintió un vacío por dentro. No conocía la razón por la que Lou y la jovencita estaban llorando. Pero solo podía pensar en que Louis se había ido de la competición, en que todas esas semanas de esfuerzo no habrían valido para nada si Louis no lo podía ver ganar.

-No, no es mi entrenador.- añadió Harry, antes de separarse de sus amigos.

El rizado se pasó toda la tarde en un rincón de las gradas. Viendo como otros atletas corrían, saltaban y eran felicitados por sus entrenadores.

Se sentía engañado, irónicamente.

Cuando las 7:30pm llegaron, el megáfono anunció la entrega de premios.

-Buenas tardes, comenzaremos con la entrega de premios. ¡Gracias por permanecer aquí con nosotros a ver como todos estos magníficos atletas demuestran su talento!- donaba el megáfono— comenzaremos con 100metros lisos femenino.

Harry escuchó con pereza las ganadoras. Tres chicas esbeltas, morenas y muy altas. Aplaudió lentamente y observó como les sacaban una foto a los tres con sus entrenadores.

-Continuaremos con los ganadores de los 100 metros lisos masculino. En tercer lugar...— contaba el megáfono.

Harry comenzó a bajar las gradas cuándo los aplausos del tercer ganador empezaron a sonar. Cuando empezaron a sonar loa del segundo, él ya estaba abajo de todo.

-Y, como primer ganador, quien se llevará el premio de la mayor cantidad de dinero es... ¡Harry Edward Styles!

Harry trató de esbozar la sonrisa mas real que pudo, pero no funcionó. Así que lo mejor que pudo hacer fue ver como su hermana y su madre aplaudían dando saltos de alegría. Con esa imagen su sonrisa se volvió lentamente en una real.

Subió al podium más alto sin ningún esfuerzo. Se quedó expectante observando como les entregaban los trofeos a los dos atletas que tenía al lado.

Cuándo llegó su turno, estrechó su mano con el juez, y agarró el trofeo de oro y un cheque de dinero.

Posó para la foto, sin entrenador.

-Señorito Styles, enhorabuena.— le felicitó el juez.- sé que su entrenador no puede estar aquí hoy pero, tome esto por favor.

El juez le entregó una caja blanca de tamaño mediano, en la tapa estaba escrito "para Harry" con una letra de un niño pequeño.

Harry aceptó el regalo, confuso.

La siguiente hora se basó en felicitaciones, fotos y algún que otro autógrafo. Así que la sensación de entrar en el caliente coche de su madre le relajó.

-Harry, no sabes lo orgullosa que estoy de ti.— sonrió su madre mientras arrancaba el coche.

Harry se limitó a sonreír y asentir, mirando a su madre por el retrovisor.

Tenía la caja en las piernas, y un ansia de abrirla tremenda, pero decidió esperar a llegar a casa.

Miró por la ventanilla, pudo ver las maquinas expendedoras en las que fue atacado con Louis. Se acordó de Milan, sabía que ese horrible ser volvería a por él. Estaba seguro de que quería matarlo. Pero en ese momento le dio completamente igual.

Pasaron enfrente de la casa de Louis. Tenía todas las luces apagadas y persianas bajadas. Parecía abandonada.

-Ya hemos cogido tus cosas de allí, la maleta esta en el maletero.— le comentó Gemma.

Por fin llegaron a casa. La casa seguía vacía y sucia por el robo. Pero poco a poco volvía a sentirse como un hogar cuando Anne encendió todas las luces.

-Tengo que ponerme a limpiar todo esto.— dijo Harry, apoyando el trofeo y la caja en el suelo.

-Claro que no, vete a descansar.—Gemma recogió los dos objetos y se los entregó de nuevo.

Harry sonrió en un gesto de agradecimiento y se dirigió a su cuarto.

Su habitación estaba igual que siempre, no habían robado nada.

Se sentó en la cama y puso la caja a su lado.

"Para Harry"

Atleta - L&HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora