Lier Game - Hwang Hyunjin✔️[EDITANDO]

XXX

Capítulo 30

Todo se hacía muchísimo más difícil mientras me tenían con las manos atadas, trataba de quitarme el agarre, ahora estaba un poco más débil pero seguía siendo fuerte, incluso tenía raspones en las muñecas pero a pesar de que me arde como el demonio cada que lo hacía, no puedo parar.

Si mi madre no me encuentra en casa y las chicas tampoco es muy posible que hayan reportado a la policía que estoy desaparecida, esa era la única esperanza que me quedaba, ademas de que si Nate se escapó de la clínica es para que lo busquen.

Estaba débil, me sentía muy mal y estaba sudando frío, llevaba horas sentada en la misma posición y eso lo volvía todo más complejo, nadie venía a verme a excepción de Jaemin, que a veces me alimentaba porque no era un horario tipo; almuerzo, merienda, cena, cuando lo hacía, no intercambiaba palabras conmigo pero siempre se preocupaba en mirarme como si examinara mi estado.

No había pasado más que un día, Kiara a veces me miraba a lo lejos y le susurraba algo a Nate, yo no hacía más que concentrarme en lo mío, hasta que en un momento, me quedé a solas con él.

Estaba haciendo algo y ni siquiera me percaté de qué, solo se que tenía su navaja en su mano mientras estaba sentado al frente.

—Pudo haber sido tan diferente...—fingí nostalgia en la voz y aún con la cabeza agacha como toda una andrajosa, hablé— Entre tú y yo, ¿sabes?

Por más que no existiera un entre tú y yo entre nosotros, me esforzaba en hacerlo más creíble para que él se lo tragara, solo solté un suspiro y apoyé la cabeza en la pared aflojando mi agarre, él me estaba mirando, primer paso listo, conseguí llamar su atención, sus ojos hermosos me observaron con oscuridad, su cabello negro estaba despeinado, y su ropa negra le daba el toque demoniaco que le quedaba a la perfección.

—¿Qué quieres decir?

—Que no tienes que secuestrame o matarme— dije con una leve sonrisa— Por más que me cueste admitirlo... tal vez es cierto eso que dicen de que él primer amor jamás se olvida— traté de sonar lo más convincente posible, porque yo solo sentía pena por él— Podíamos haber comenzado algo, tú y yo, pero lo preferiste de otra manera... olvídalo, después de todo, tu opinión nunca cambia.

—Dime.

Bingo.

No le pediría que me soltara por que sería demasiado obvio, pero sí miré todo el panorama para después fijar mi vista en él, que dejo de cortar con su navaja lo que parecía una manzana, por lo menos tenían comida, sonreí irónica.

—Si me amaras no me tuvieras amarrada tal cual tu prisionera.

—Solo lo hago por precaución, ambos sabemos de lo que eres capaz— él habló dejando la navaja a un lado.

—No, no sabes de lo que soy capaz por qu si estuvieras consiente, supieras que sí soy capaz de perdonarte— por primera vez obtuve toda su atención— Así como tú me perdonarías a mí.

—Actúas muy bien, Lina.

Sonreí, por más que él intentara ser inteligente no podía, se notaba a lo lejos que eso era nada más que una idea suya, tal vez su subconsciente hablaba por él, pero todavía podía engañarle.

—Cree lo que quieras, ¿Piensas qué sabiendo que puedes matarme te mentiría?— negué— Comencemos de cero, Nate, tú y yo, lejos de estos dos idiotas que tienes de secuaces, como antes, o tal vez mejor que eso.

—¿Cómo por qué debería creerte?—su pregunta era definitiva, se que lo convencí pero solo necesito la excusa adecuada.

—Porque yo estoy del lado que me beneficie, así como tú también, ¿Lo recuerdas?— vi en sus ojos la duda por primera vez, pero solo se dio la vuelta.