Capítulo 7

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Estuvimos hablando todo el rato hasta que llegaron las seis de la tarde, cuando volvimos a su casa para ducharnos y arreglarnos para salir de cena.

Mimi: y donde quieres ir a cenar?
Miriam: me da igual, tu eres mi guía -me reí y le di un beso en la mejilla- donde queráis Patri y tú
Mimi: bueno ya veremos

Entramos a su casa y saludamos a su madre. Mimi me enseñó su casa y por último su habitación.
Era bastante grande, con una cama en medio de esta. Un escritorio que ocupaba una parte de la pared con libretas abiertas y algunos dibujos por encima de la mesa.
En las paredes había algunos póster de las Spice Girls, Upa Dance y Beyoncé.
En su armario también había pegatinas y papeles colgados, parecían dibujos de niños pequeños.
Vi que mimi metía algunas cosas debajo de la cama con prisa. Me dió la risa, la verdad esque estaba un poco desordenada.

Mimi: esque no sabía que venías -se rió con vergüenza- te gusta?
Miriam: no pasa nada -me seguí riendo- me encanta, es increíble -miré los dibujos de su escritorio- los has hecho tú?
Mimi: puede -se acercó a mi y me abrazo por la espalda
Miriam: pues me gustan mucho -acaricié despacio sus brazos y giré un poco la cara, estaba cerca de mi cara y la verdad me puse bastante nerviosa
Mimi: pues te puedes llevar el que quieras -me dió un beso en la comisura de los labios sin darse cuenta y al ver mi cara de sorpresa se separó entre risas

Sonreí nerviosa y me reí por la situación, creo que me había puesto roja.

Ella se sentó en la cama mirándome y dió unos golpes para que me sentara a su lado. Le hice caso, me senté a su lado y puse mi mano en su pierna.

Las dos estábamos calladas, pero no era un silencio incómodo, al contrario, no quería que se terminara nunca.
Acaricié un poco su pierna, era muy suave. Noté como cada movimiento que yo hacía, se le erizaba un poco la piel.
Me miró a los ojos muy intensamente y lo hice de vuelta.
Casi me quedo sin respiración al ver esos grandes ojos verdes mirarme fijamente casi sin pestañear.
Cuando por fin iba a acercarme más alguien nos interrumpió.

Inma: chicas mañana queréis ir a un parque acuático?

Mimi se giró muy rápido, tanto que no me dio tiempo a reaccionar.

Mimi: claro mamá, por mi genial -se levantó quitando mi mano de su pierna- a Miri seguro que también
Miriam: si claro, me apetece mucho -sonreí leve
Inma: pues perfecto chicas, venga arreglaos que llegareis tarde

Su madre se fue y suspiré aliviada. Justo entró en el momento indicado, cuando me iba a lanzar.

Mimi: bueno -me miró- me voy a duchar, vale?
Miriam: yo te espero aquí -sonreí y me tumbé en su cama
Mimi: vale pero dame conversación que sino me aburro

Entró al baño dejando la puerta abierta para poder hablar conmigo y se comenzó a desnudar.

No me atrevía a mirarla, tampoco quería que ella estuviera incómoda en ningún momento. Ella no paraba de hablarme, explicándome lo que haríamos esa noche.
Me dijo de ir después de cenar con unos amigos suyos a una discoteca de su pueblo, el plan sonaba muy bien.

Mimi: mis amigos te caerán genial, son como yo pero mejores -se rió- son la ostia
Miriam: no serán mejores te lo aseguro -me reí y miré de reojo a la puerta del lavabo, ya no se veía nada
Mimi: mierda -escuché como paraba el agua- me he dejado la toalla fuera, me la traes?
Miriam: em -miré a mis pies y ahí estaba- si claro

Me levanté y la cogí nerviosa y entré dentro del baño para dársela.
Me acerqué un poco a la ducha y estiré el brazo sin mirarla mucho.
Ella cogió la toalla mojandome un poco la mano y no pude evitar mirarla y quedarme embobada.

Tu historia y la mía || Miriam²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora