Capítulo 8

337 31 9
                                    

Me quedé sin respiración unos segundos. ¿Mimi me estaba besando?

Cuando pude reaccionar seguí el beso despacio, poniendo mis manos en sus caderas casi al instante.

El corazón me iba a mil por hora, era como si todo fuera un sueño.
Por mi cabeza no pasaba la posibilidad de que a Mimi le gustara. Simplemente era inalcanzable para mí.

El beso no duró mucho, pero fue muy intenso. Al separarme, la miré a los ojos y vi un brillo que no había visto antes.

Miriam: yo Mimi, no sé como decirte esto
Mimi: no te ha gustado verdad? Lo siento ‐suspiró
Miriam: no cariño al contrario, me ha encantado -me senté en la cama apoyando mi espalda en la pared- Mimi me gustas mucho, desde hace bastante tiempo, pero a mi nunca me ha gustado una chica, y menos de Granada, todo esto es nuevo para mi, no sé si te gusto, si para ti es diferente o si quieres tener algo -suspiré casi llorando- no quiero cagarla ni que nuestra amistad sea diferente
Mimi: Miriam -se sentó a mi lado y me cogió la mano- tu a mi también me gustas mucho, y nose, tenía ganas de besarte y lo he hecho, no te comas la cabeza amor -me tocó el pelo- tu que quieres hacer?
Miriam: no lo sé, no quiero cagarla y nose si a distancia esto funcionará
Mimi: yo quiero intentarlo, y si no sale bien seguiremos como siempre, vale?
Miriam: vale -miré a Mimi y la volví a besar

Este beso era diferente, no era tan lento. Nuestras lenguas jugaban entre si a un ritmo acelerado.
Ella se sentó encima mío, poniendo una pierna a cada lado de mi cuerpo.

Puse mis manos en sus caderas y intensifiqué el beso. Realmente besaba muy bien.

Al separarnos mordí su labio inferior suave y ella rió.

Mimi: entonces, Miriam quieres salir conmigo?
Miriam: claro boba -me reí y le di un beso en la frente- ahora a dormir que estoy muerta

Mimi se puso a mi lado y me abrazo poniendo su pierna encima. En ese momento le dio un besito en la frente y la rodeé con mis brazos acercándola más a mí.

Le acaricié el pelo despacio y con los ojos cerrados canta una canción flojito para que se durmiera.

Poco a poco su respiración era más suave y cuando me quise dar cuenta ya estaba dormida.
Al rato me dormí yo sin dejar de abrazarla.

Al día siguiente me desperté con las sábanas enrolladas en mis piernas y a Mimi abrazándome en la misma posición la que nos dormimos.
Le aparté el pelo de la cara y dejé un beso en su mejilla.
Ella sonrió dormida y se movió un poco.

No sabía qué hacer, sin moverme o no, ya que si me movía ella se despertaría. Esperé un rato a que ella se despertará y por fin lo hizo.

Miriam: buenos dias cielo -susurré- como has dormido?
Mimi: bien -susurró muy flojito aun dormida y se estiró- vamos a dormir un poquito más jo -se puso encima mío y escondió la cara en mi cuello
Miriam: pero esque es muy tarde -la abracé y le di besos en la cabeza- eres una marmota -me reí mucho mirándola
Mimi: calla marrana

Pasaron unos 10 minutos hasta que me ella se despertó del todo.
Fuimos las dos a desayunar con su madre y estuvimos un rato hablando de cómo fue ayer.

Al rato fuimos a su habitación a arreglarnos ya que nos íbamos al centro comercial Nevada en Granada.

Mimi: oye yo me voy a duchar, te vienes?
Miriam: contigo?
Mimi: no con mi prima, pues claro -se rió mucho- si quieres claro
Miriam: tonta -me reí- claro que quiero, vamos

Le cogí la mano y la llevé al lavabo. Ella se desnudó primero entrando en la ducha y yo la seguí unos segundos después.

Ella me miró de arriba a abajo y sonrió. Me dió un poco de vergüenza y me puse roja, ella me ponía nerviosa.

Tu historia y la mía || Miriam²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora