Capítulo 11

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Nuevo día, nuevo sospechoso para investigar. Fargan se levantó lo más temprano que pudo para poder investigar a su amigo, ahora sospechoso, Auron. El plan era simple, tenía pensado seguirlo todo el día hasta poder encontrar algo que lo incriminara, quizás podría meterse a su casa e investigar de esta forma.

Podía sonar como un puto psicópata o acosador, pero era por una buena causa.

Al tener todo preparado, Fargan tomó su cámara de fotos, libreta, y todo lo que necesitaría, no cambió mucho su rutina comparada a la de días anteriores, solo por una cosa, esa vez decidió llevarse unas patatas para comer en el camino, pues no había almorzado y no quería morir de hambre mientras iba por ahí.

Al estar listo, Fargan respiró el aire fresco de las tres de la tarde que había en el exterior, cerrando sus ojos y dándole un pequeño mordisco a una patata que tenía en sus manos, luego, se dispuso a empezar a avanzar hacia la extraña y distintiva casa de Auron, a un paso rápido para llegar lo más rápido que pudiera y no perderse nada.

El de ojos chocolate ya había llegado al hogar de su amigo, estaba escondido en unos arbustos y esperando a que su amigo llegara a la casa, pues Fargan no podría entrar por su cuenta, la casa de Auron era "inexpugnable", así la llamaba él; Tendría que rezar para que se dejara la puerta abierta al entrar, ya que de otra forma legal no podría pasar a la casa, ya lo había intentado y no había ninguna otra forma de entrar. Fargan estuvo esperando entre los arbustos por unos buenos minutos, en silencio, hasta que al fin la figura de Auron apareció de entre las sombras, tenía su característico peinado azabache, piercings en sus orejas, piel morena y ojos castaños, pero llevaba una ropa diferente, era una camiseta que se le notaba un poco más grande que su talla, de color negro simple, junto con unas bermudas de color gris, pero Fargan no le tomó atención, seguramente no era para nada importante. Observó con atención y sigilo como el menor se acercaba a la puerta de su casa, escuchándose el tintineo de sus llaves mientras caminaba; Auron hacia que estas giraran alrededor de su dedo índice mientras tarareaba la canción de "La banana", últimamente la tarareaba mucho, hasta a Fargan se le estaban contagiando las ganas de tararearla también, pero contuvo sus ganas para que no se delatara su escondite. Luego de meter la llave en la cerradura, Auron abrió la puerta de su hogar, adentrándose a este y cerrando la puerta detrás de él, escuchándose como sus pasos bajaban y se opacaban más mientras más bajaba las escaleras. Luego de unos segundos, Fargan, de forma sigilosa, salió de su escondite y se dirigió a la puerta, procurando no hacer mucho ruido, apoyó una de sus manos en el pomo, girando lentamente este para abrir la puerta y aliviándose bastante al notar que Auron, afortunadamente para Fargan, se había dejado la puerta sin llave, facilitando todo el trabajo de Fargan. Este último festejó brevemente, adentrándose en la casa con sumo cuidado, aprovechando que Auron había bajado a su mina y no podría verlo hasta que volviera. Bajó por las escaleras de forma rápida, intentando no llamar la atención de Auron, ya que aunque estuviera en la mina aún podía escucharlo tararear la canción.

Observó el búnker de Auron por unos segundos, buscando un lugar para esconderse, terminando por ocultarse detrás de sus cofres, aún tenía algunos apilados por su sala principal, si se escondía detrás de ellos lo más probable era que no se notara su presencia.

En un momento, Auron abrió la puerta de la mina, saliendo de ahí y dejando su llave arriba de uno de los cofres, asustando un poco a Fargan, pero este logró controlarse para no llamar la atención del chico a unos metros de él. Auron se quedó en silencio unos segundos, ya que pudo divisar en el suelo unas migajas extrañas de color amarillo, él juraba que no había dejado eso ahí, había limpiado, entonces ¿Quién o qué había causado esas migajas? Tuvo un mal presentimiento, así que fue directamente a revisar la habitación de su pollo, Frederick, pero el seguía ahí, y no podría haber salido de la habitación para hacer esas migajas, ni ninguno de sus animales, pues estaban en la misma habitación con Frederick. Ante esto, Auron volvió a subir a su sala principal, esta vez estando alerta y atento de cualquier cosa que pudiera estar ocurriendo en su casa; Revisó el lugar con su espada en su mano, su sala de cofres, mina, exterior de la casa, habitaciones, pero nada, ahí no había nada, así que al no obtener una respuesta, luego de ver un segundo sus cofres en su sala principal, se le ocurrió mirar detrás de estos, acercándose lentamente y con su espada en su mano, una vez estuvo ahí, rápidamente se asomó detrás de estos, sorprendiendo y asustando a Fargan, que seguía ahí escondido, al igual que Auron quedándose extrañado de verlo ahí, dejando de apuntarle con el filo de su espada, pero sosteniendo una mueca de confusión en su rostro.

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