Capítulo 9.

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Las horas van pasando y mis nervios van aumentando. La última visita de Jack me ha dejado aterrada, sé que me va a matar en algún momento.

Son las 2 de la madrugada y no tengo ni una pizca de sueño. Si cierro los ojos, imágenes de Jack con su permanente sonrisa aparecen y los vuelvo a abrir sobresaltada. Nunca había estado tan asustada.

Me levanto de la cama y me lavo la cara en el lavabo. Un poco de agua fría me irá bien, pienso.

Camino en círculos por la habitación pensando. Tengo que idear un plan urgentemente. De repente me paro y una bombilla imaginaria se enciende sobre mi cabeza, tengo una idea.

Me acuesto en el camastro algo más tranquila, necesito dormir, mañana será un día muy largo.

~~~

A primera hora de la mañana, tras haber dormido unas pocas horas, Carlos entra en la habitación con mi desayuno.

-Tienes una cara horrible, ¿no has dormido bien? -me pregunta con cara de preocupación.

-No, la visita de Jack me ha dejado nerviosa -contesto y bebo de un trago el vaso de leche.

-¿Qué te ha dicho? -pregunta con curiosidad. Creo que Jack no le cuenta nada.

-Sólo me ha contado algunas de las cosas que ha hecho para que su plan saliera bien -respondo quitándole importancia al asunto-. ¿Puedo preguntarte algo?

-Claro -afirma.

-¿Puedes decirme dónde estamos? -le ruego.

-No sé si debería decírtelo.

-Por favor -le suplico.

-Bueno, está bien, te lo diré. Estamos en un pueblo abandonado en medio del bosque de Breña -responde Carlos. Ya tengo la dirección, sólo me falta una cosa. Observo disimuladamente a Carlos mientras el recoge la bandeja con los restos de mi desayuno. ¡Bingo! Lo tiene en el bolsillo.

-¿Qué tal están las chicas? -pregunto antes de que se vaya.

-Las ha soltado esta noche, ya no le hacían falta -contesta mientras abre la puerta.

-Pero ellas han visto su cara ¿no?

Él se para y me mira. Veo dolor en su mirada.

-Ellas sólo se acordarán de mí -dice y se marcha.

Estoy confusa. ¿Carlos es malo o es bueno? A veces pienso que hace esto por dinero, otras veces pienso que hay algo más gordo detrás. Si no, ¿por qué las chicas sólo le recordarán a él? ¿Va a ir a la cárcel en lugar de Jack sólo por dinero? Creo que no.

Me acuesto en el camastro pensando en Carlos y sus posibles problemas. Al poco rato me quedo dormida.

Me despierto sobresaltada, tengo la sensación de estar observada. Y así es, Jack se encuentra sentado en una silla mirándome.

-No quería despertarte, he venido a hablar contigo -dice cuando me levanto-. Seguiremos por dónde lo habíamos dejado ayer -comenta-. La otra chica, Ariadna, la conocí por casualidad un día, tan pronto como la vi sabía que ella formaría parte de todo esto -cuenta mientras yo lo miro con repugnancia-. Fue fácil coger una huella suya de algún vaso del bar en el que trabaja. Y después de todo mi trabajo, aquí estás. Sabía que me seguirías como un patito detrás de su madre -explica mientras se levanta de la silla y se acerca. Yo me alejo de él pero me coge de una mano y me acerca a él-. Ha llegado la hora, esta noche por fin podremos terminar nuestra historia -me acaricia el pelo y me mira a los ojos feliz. Un escalofrío recorre mi espalda.

Acto seguido se marcha de la habitación y yo lloro en silencio.

Sin embargo, no me rindo, mi plan está en marcha y nada podrá pararlo. Miro la hora y veo que es la hora de comer. Carlos vendrá pronto y lo utilizaré como él me ha utilizado a mí.

Sólo espero que Adrián no me falle.

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Nota de autora:

Quería avisaros de que la historia está llegando a su final, quedan dos capítulos más y el epílogo.

Espero que os haya gustado tanto como a mí escribirla.

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Besos.

Mi pequeña detectiveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora