Capítulo 9

5 1 0
                                    

Capítulo 9: Buenos recuerdos.

Los buenos recuerdos, también son lugares favoritos.

Al menos a ellos podemos volver sin temor a ser optimistas porque ya sabemos como acaba todo y como dice mi madre, donde único no tendremos sorpresas es en el pasado.

Paso un labial rosa claro sobre mis labios mientras observo mi aspecto en el espejo. Estoy vestida con unos vaqueros azul marino, mis tenis favoritos y una camisa blanca de rayas negras, la cual mi hermano utiliza para compararme con una cebra cada que me la pongo.

–¿Vas a salir? –me pregunta Jazmín con un tono de voz irritado.

–¿Estoy castigada acaso?

–No, pero igual puedo hablar con tu madre y solucionarlo, o, tal vez le pida unas pastillas para este terrible dolor de cabeza.

–Ya deberías estar acostumbrada, esos dolores son muy normales en ti cuando... ¿se aproximan los exámenes finales?

–Y tú lo dices tan tranquila, se puede saber ¿a dónde va la señorita?

–Necesito ir a casa de Marc. –digo y reparo en su expresión. –¿Podrías dejar de fulminarme con la mirada?

–Depende, ¿vas a ir a verle?

–¿Recuerdas la parte de la historia en la que Marc se fue de viaje? –la expresión de su rostro cambia inmediatamente. –Voy a ir a ver a su madre, quedé con él de hacerlo.

–Oh, todavía se comunican.

Se cruza de brazos entrecerrando una vez más sus ojos y yo pongo mi mejor cara de fastidio.

–Jaz, eso quedó en el pasado. Somos amigos ahora, no voy a dejar de tratarlo por algo que ocurrió hace meses, debo superarlo y seguir con mi vida y para ello debo actuar ¿normal? Como sea...

–Allison los amigos no sienten lo que ustedes sienten el uno por el otro.

–Bueno, eres tú la que me recuerda día a día por qué ya no podemos ser más que amigos.

–¿Ya olvidaste lo que te hizo? O sea una cosa es que lo hayas perdonado y otra muy distinta es que finjas que nada pasó.

–Jazmín, voy a ver a su madre, él no va a estar ahí. Y no, no he olvidado lo que pasó.

–Un simple, ya cállate habría bastado, tampoco soy tan sencible.

–Eso dímelo cuándo consigas leer Boulevard sin llorar.

–¡Qué golpe bajo! Acabas de recordarme por qué no tengo novio.

–Bueno, yo sé de un chófer al que le encantaría...

–¡Allison! ¡No!  –me advierte.

–¡Ni siquiera sabes qué voy a decirte! –protesto y ella me observa con los ojos entrecerrados.  –Bueno, me voy.

–Sigo creyendo que deberíamos ponernos a estudiar.

–"Deberías" ponerte a estudiar, si bien recuerdo el primer examen es de matemáticas.

–Estoy perdida –suspira con frustración teniéndose en la cama.

Ruedo mis ojos  –Allá vamos otra vez, es increíble como esto pasa todos los años.

–No seas tan pesada, yo pongo de mi parte. Las matemáticas son interesantes, o sea, en verdad me resulta interesante el hecho de que no las entiendo, de ningún modo.

–Nos vemos luego, yo voy a...

–¡Pero qué clase de amiga eres tú! Estoy en medio de una crisis existencial ¿y tú intentas escaparte para no escuchar mis problemas?

Cenicienta en-línea [EN CURSO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora