La llamada

120 6 0
                                    

Por fin llegó el día en que se verían nuevamente, los dos cada uno por su parte estaban tan ansiosos. Ámbar no salió para estar descansada y levantarse temprano para poder maquillarse bien y no llegar con todo el maquillaje corrido. Por su parte Noah, unos días antes había dibujado una delicada flor con una hermosa frase ''Tu sonrisa es tu mejor maquillaje'' se lo pensaba dar ese día, después del café y que hablaran un rato de lo que habían hecho en la semana. 06:00 de la mañana, él ya se encontraba en el tren y esperando verla, ella esperando en la estación. Por fin el trén se detiene. Noah asustado porque subió mucha gente y no estaba ella. Había perdido todas las esperanzas. Lo único que se le ocurrió pensar era: ¿Cómo una chica como ella se fijaría en el? ¿Cómo puede acordarse de su ''cita'' después de una de sus locas fiestas? Ella tan alocada y el un chico humilde y trabajador, lo que se le pasaba por la mente era que nunca podían estar juntos, eran polos diferentes. Pero se que ve no sabía que los opuestos se atraen. Así fueron subiendo personas, Noah baja la cabeza, y de repente ve una sombra y unas piernas realmente perfectas que se le pusieron enfrente.

-Ámbar - lo dijo con un tono tierno y una sonrisa.

-Esa soy yo - Dijo riendo.

-Pensé que no ivas a venir - Dijo Noah mirando hacía abajo.

-¿Cómo puedo faltar a nuestra cita?- Dijo Ámbar agarrándolo de la barbilla para que la mirara.

-No se... ya viste que como vos salís, tomás y... bueno, pensé que te ivas a olvidar - Contestó mientras no dejaba de admirar esos ojos perfectamente delineados- Otra cosa... ¿Ya viste que ocuparon tu lugar habitual?

- Emmm, si hablando de salir, ayer a la noche no fui a ningún lado, preferí quedarme a dormir para despertarme temprano sin olor a alcohol ni todo esa pintura corrida - Dijo mientras se señalaba a los ojos para que vea que no había ni un poco de maquillaje fuera de lugar- Si, supongo que entré muy tarde al bagón... ¿me puedo sentar con vos? total, faltan unos minutos para llegar a la cafetería- Le preguntaba mientras miraba su reloj.

- ¿Qué clase de pregunta es esa? - Dijo Noah asombrado- Obvio que si.

Esos minutos iniciaron su conversación de cómo habían pasado la semana.

-¿Por qué no nos parámos? falta una parada nomás- Dijo noah apuntando a la puerta.

- Ah, si cierto me había perdido, es que es tan lindo hablar con vos - Contestó Ámbar.

Él solo sonrió y miro al piso del tren. Llegando a su destino, bajaron del tren, Noah, ansioso por entregarle el dibujo que le había llevado tanto tiempo hacer, y ver la cara de Ámbar al recibirlo, y él pensaba cual iba a ser su reacción, si lo iba a guardar, si lo tiraría, si lo pegaría en su pared, simplemente no sabía que decirle al entregarle su dibujo, no sabía si decirle algo tierno o simplemente entregárselo sin decir palabra alguna.

-Llegamos -Dijo Ámbar con una sonrisa.

-Si, por fin, podremos hablar tranquilos, y no con todo ese ruido de las personas hablando y del tren - Dijo Noah caminando hacía su mesa.

- Noah Contame... ¿Tenés grupo de amigos? ¿Cómo se llaman? - Pregunta Ámbar con curiosidad.

-Si Ámbar, tengo 3 amigos, osea, un grupo de 4 personas, y los integran Drake, Colin y Lindsay. ¿Vos tenés? - Dijo Noah curioso por saber si la ''chica mala'' se juntaba con muchas o pocas personas.

- Si, si tengo de hecho somos 5... Jennifer , Michelle, Mike y Corvin. ¡Una sola chica en un grupo de varones! emm y decime ... Esa tal Lindsay... ¿Es la que te gusta ? - Dijo Ámbar haciéndole un guiño y dando un sorbo a su café.

- Lindo grupo, tres mujeres dos varones, deben ser divertidos, ya sabés, deben ser como vos. Emm no, la verdad que ninguno de los tres gustamos alguna vez de ella, es como nuestra hermana menor, aunque sea de nuestra misma edad, la cuidamos como si lo fuera, es que prefiere juntarse con nosotros, antes que con las chicas, no le gusta hablar mal de otras personas, y vos ya sabés como son las mujeres de ahora - Dijo Noah entre risas.

Desafíos del Amor//EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora